Chistes de Atado
Estos son los 14 chistes de atado y más graciosos bromas sobre atado que matan de risa. Lea chistes acerca atado que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de atado para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre atado para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Masajista, superdotada. Doy masajes con las manos atadas a la espalda. No me desates.
- Estaban unos amigos viendo un partido de futbol y en esto llaman a la puerta y aparece el amigo casado al que nunca dejaban salir.
- ¿Pero hombre, como es que has venido al final?
- Pues nada, mi mujer, que se ha atado a la cama y me ha dicho "Ahora haz lo que quieras..." Y aquí estoy chicos, con un par!! - Se encuentran dos amigos y uno venía con un pañuelo atado a la cabeza. Entonces el otro le dice:
- ¿Que te pasa? ¿Venís del dentista?
- No vengo del entierro de mi suegra.
- ¿Y por qué el pañuelo atado en la cabeza?
- ¡Es que no puedo parar de reírme! - ¿Cuántos dientes tiene una cabra atada?
- Los mismos que desatada. - Se le murió a uno la mujer, la estaba velando en el salón y tenía la caja abierta encima del comedor, y el tipo decía:
¡Ay Teresa! ¿Por qué te has ido? ¡Ay Teresa, no me dejes solo Teresa; Teresa, llévame contigo donde vayas, Teresa; Teresa me quiero ir contigo amor mío!
En esto llegaron los de la funeraria, se pusieron a tapar la caja, y sin darse cuenta de lo que hacían, le clavaron al marido la chaqueta a la caja. Cuando llegó el momento del entierro, se echaron la caja al hombro y claro, el marido iba atado detrás y decía:
¡Teresa, Teresa, que era una broma, Teresa, Teresa...! - Aparece un aviso clasificado en el periódico, "se necesita verdugo; interesados presentarse el día jueves".
El día jueves, aparecen tres personas, dos hombres y una mujer.
De pronto se escucha una voz, "pase el primero".
El hombre entra, la voz dice, "al frente suyo hay una puerta, detrás de ella hay una escopeta en una mesa, y está su esposa atada en una silla, entre, dispárele y el puesto será suyo".
El hombre dijo, "no puedo, no soy capaz". Entonces la voz le dijo, "puede retirarse, usted no sirve para este empleo, pase el siguiente".
Entró el segundo hombre muy decidido, la voz repitió, "al frente suyo hay una puerta, detrás de ella hay una escopeta en una mesa, y está su esposa atada en una silla, entre y dispárele, y el puesto será suyo".
El hombre entró, tomó la escopeta y se puso a llorar. Entonces la voz dijo, "Váyase, usted no sirve para esto, pase el siguiente".
Entonces entro la mujer, la voz le dijo, "al frente suyo hay una puerta, detrás de ella hay una escopeta en una mesa, y está su esposo atado en una silla, entre, dispárele y el puesto será suyo". La mujer entra, toma la escopeta y antes de que se cierre la puerta, pum, pum, pum, le descargó cuatro cartuchos en la cara a su esposo, luego se cerró la puerta y empezaron a sonar golpes, quejidos, vidrios rotos. Y así, se demoró un tiempo, cuando de pronto sale la mujer toda llena de sangre y dice:
¡Me hubieran dicho que las balas eran de salva, me toco matarlo a sillazos! - Está un inspector en un manicomio de revisión, y se encuentra a un loco encima de un colchón y le dice:
Oye tú, ¿qué es eso?
A lo que el loco responde:
Mi coche.
Y el inspector dice:
Vale, este está muy mal.
Sigue caminando cuando se encuentra a otro loco, pero este está con una almohada, y le hace la misma pregunta:
¿Qué es eso?
A lo que el loco responde.
Mi novia.
El inspector dice:
Vale, este también está muy mal.
Cuando se encuentra a un tercer loco que llevaba un ladrillo atado a una cuerda, y le repite la pregunta, pero este responde:
Pues una cuerda y un ladrillo o es que no lo ves.
El inspector se queda pensativo y dice:
Este está bastante bien.
Total que cuando se da la vuelta, el loco le dice al ladrillo:
Muy bien Lassie, no nos han descubierto. - Loco con una piedra Va un loco paseando por el psiquiátrico con una piedra atada a una cuerda. En esto que se le acerca el director del centro, que ya estaba harto de tanto loco, y le pregunta:
- Que, paseando al perrito, ¿no?
- Pero que perrito, no se da cuenta de que es una piedra?
- Muy bien, muy bien, para que vea que nosotros somos sensibles a las mejoras de nuestros pacientes le voy a dejar en libertad. Total que sale el loco a la calle con su piedra y vuelve la cabeza y dice:
- Ves lo que te dije, jimmy, si no ladrabas les engañaríamos!!! - Sucedió que un hombre que vivía en un lugar muy alejado de la ciudad le tocó ir a buscar repuestos para su automóvil y, por lo tanto, su único medio de transporte era su caballo. Llego a la ciudad y el jinete se vio rodeado de muchos niños que solamente habían visto los caballos através de la televisión.
El hombre llegó a la tienda de repuestos, bajó de su caballo, lo ató a un parquímetro cercano, entró a la tienda, compró lo que necesitaba y regresó donde había dejado atado al caballo, todo esto con el cuidado de no golpear a ningún niño de los muchos que se apretujaban para tocar el manso animal. Cuando regresó encontró a los niños a una distancia considerable del animal, mientras observaba con asombro se le acerca uno y le pregunta:
Señor, ¿Va usted muy lejos?
Sí, mucho, contesta el hombre.
Con lo que el niño pregunta de nuevo:
¿Y, cómo va a volver hasta allá?
Pues, en mi caballo.
¡Uhh! ¡No lo creo! Le dice el niño.
¿Por qué? Pregunta el hombre asombrado.
A lo que el niño le responde con tono de mucha seguridad:
¡Porque su caballo acaba de botar toda la gasolina! - Un hombre agobiado por las deudas y presiones económicas, decide acabar con su desdichada vida lanzándose por la borda del yate de su compadre, y con una gran piedra atada al cuello:
¡Chao mi compái, lo voy a extrañar! le dijo, entre sollozos mientras se lanzaba al mar. Aún el compadre no se recuperaba de su dolor cuando repentinamente una mano que salía del agua le pedía desesperadamente ayuda:
¡Sáqueme rápido, compái! ¡Sáqueme rápido!
¡Qué bueno que se arrepintió mi compái!, decía mientras terminaba de subir a su compadre y la piedrota.
¡Qué bueno ni que ocho cuartos! ¡Lo que pasa es que allá abajo hay un buzo al que le debo 200 dólares! - Llega un atlante al bar del pueblo y deja atada su perra a un árbol. Al instante una jauría de perros se arremolina a su alrededor tratando de conquistarla. En medio de un concierto de ladridos, gruñidos, mordiscos y aullidos, un policía entra al bar y pregunta por el dueño de la perra. El atlante, que estaba tomando un vaso grande de ginebra, levanta la mano y dice: "yo".
- Su perra está alzada, -le dice el policía.
- No puede ser, yo la dejé en el suelo, - responde el atlante.
- Quiero decir, que está en celo, - insiste el policía.
- No puede ser, yo jamás le di motivos, ni siquiera miro a otras perras.- contesta el atlante sediento.
- Digo que está caliente, ¿me entiende?
- No, no lo entiendo, me cercioré de dejarla a la sombra.
Exasperado, el policía exclama:
- Sígame, y diciendole al oido , su perra quiere tener relaciones sexuales.
El atlante le responde:
- Entonces, siga nomás. Siempre quise tener un perro policía" - Van 2 tíos por la jungla y los pilla una tribu.
Se los llevan al poblado atados con cuerdas y los ponen delante del jefe.
El jefe mosqueado al ver intrusos, se pone serio y le dice al primero:
Tu castigo sera MACUMBA o LA MUERTE, escoge.
El tipo confuso en un acto reflejo por salvar la vida contesta:
Quiero MACUMBA!
Entonces sale un Negraco con 40 cm de fiambre entre las piernas y le da (a pelo, sin vaselina ni na y bien duro) .
Cuando acaba el jefe mira al otro y le dice:
Tu que querer MACUMBA o LA MUERTE?
Sin dudarlo respondió rápidamente.
Quiero la muerte!!!!!!
Y dice el Jefe: 40 cm, vete a buscar a tus hermanos y dadle MACUMBA hasta que se muera…. - Refieren las crónicas que en 1994 se celebró una competencia de remo entre Japón y la Argentina. Los remeros japoneses se destacaron desde el comienzo. Llegaron a la meta una hora antes que el equipo argentino.
De regreso en la Argentina, el Comité Ejecutivo se reunió para analizar las causas de tan desconcertante e imprevisto resultado. Las conclusiones fueron:
1) En el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros.
2) En el equipo argentino había un remero y diez jefes de equipo.
La decisión pasó a la esfera de planificación estratégica, con una reestructuración que calaría en lo más profundo de la delegación.
En 1995, producida la largada de la nueva competencia, el equipo japonés volvió a adelantarse desde el comienzo. Esta vez el equipo argentino arribó a la meta dos horas más tarde. El nuevo análisis del Comité Ejecutivo arrojó los siguientes resultados:
1) En el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros.
2) En el equipo argentino, luego de los cambios introducidos por el Departamento de Planificación Estratégica, la composición era la siguiente:
- Un jefe de equipo
- Dos asistentes del jefe de equipo.
- Siete jefes de sección.
- Un remero.
La conclusión del Comité fué unánime y lapidaria:
"El remero es un incompetente"
En 1996 se le presentó una nueva oportunidad al equipo argentino. El Departamento de Nuevas Tecnologías y Negocios había puesto en marcha un plan destinado a mejorar la productividad, introduciendo novedosas modificaciones en la organización que generarían, sin lugar a dudas, incrementos substanciales de efectividad, eficiencia y eficacia.
Serían la llave del éxito, el broche de oro de un trabajo que humillaría al mismísimo Peter Drucker.
El resultado fué catastrófico.
El equipo argentino llegó tres horas más tarde que el japonés.
Las conclusiones revelaron datos escalofriantes:
1) Para desconcertar, el equipo japonés optó por la alineación tradicional: un jefe de equipo y 10 remeros.
2) El equipo argentino utilizó una novedosa formación vanguardista, integrada por:
- Un jefe de equipo
- Dos auditores de calidad total.
- Un asesor de empowerment.
- Un supervisor de downsizing.
- Un analista de procedimientos.
- Un tecnólogo.
- Un contador.
- Un jefe de sección.
- Un apuntador de tiempos.
- Un remero
Luego de varios días de agotadoras reuniones y profundo análisis, el Comité decidió castigar al remero quitándole "todos los bonos e incentivos por el fracaso alcanzado".
En la reunión de cierre, el Comité junto con los accionistas representativos, concluyeron:
"Recurriremos a la contratación de un nuevo remero, pero a través de un contrato de outsourcing, con el objeto de no tener que lidiar con el sindicato y de no estar atado a convenios laborales anquilosados, que sin duda degradan la eficiencia y productividad de los recursos."
De la anterior historia se desprenden cuatro moralejas:
1) No hay justicia en los juegos olímpicos.
2) Existen japoneses con mucha suerte.
3) Los argentinos no pasaban por un buen momento.
4) El remero era reactivo en lugar de ser proactivo. Era vago y no se apegó a la misión, visión, objetivos, estrategias y tácticas del sistema y por si fuera poco no supo trabajar en equipo. - Un día fueron inspectores a un manicomio para darles el alta a los locos que ya se habían recuperado, va y ve que había un loco parado arriba de una mesa y le dice: “¿que estas haciendo? Y el loco le responde: “soy un velador”, entonces no le dan el alta, va a otro que tenia un ladrillo atado con una soga y le dice: “ya se, vos tenés un perro,¿no?”, a lo que el loco le responde en voz baja:”no, estoy fingiendo para que los otros no se pongan mal” y el inspector le da el alta y cuando el loco sale del manicomio, agarra al ladrillo y le dice: “viste Toby como lo engañamos”
Contar chistes de atado es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.