Chistes de Cacería

Estos son los 7 chistes de cacería y más graciosos bromas sobre cacería que matan de risa. Lea chistes acerca cacería que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de cacería para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre cacería para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Dos Atlantes deciden poner una zapatería, y averiguan que los mejores zapatos son los de cocodrilo. Entonces, alquilan un gran bote y se van a cazar cocodrilos. Después de haber cazado más de 50, uno de los atlantes muy molesto le dice al otro:
    Mira, Pedro, si el próximo cocodrilo que chapamos no tiene ZAPATOS, para mí se acabó la cacería.
  2. Patada pueblerina Al recorrer el país entero durante un viaje de cacería, un hombre bien vestido de Estocolmo apunta y le dispara a un pato que va volando, pero el ave cae dentro del corral de un granjero, quien la reclama como suya.
    - No es suyo el pato, es mío, insiste el cazador.
    Como ninguno de los dos cede, el granjero sugiere resolver las cosas a la antigua usanza:
    - Con una patada pueblerina.
    - ¿Una qué?, dice el cazador.
    - Yo le pateo tan fuerte como pueda en la entrepierna, le dice el granjero y luego usted hace lo mismo conmigo. El que grite menos tiene derecho a quedarse con el ave.
    El hombre de Estocolmo acepta. El granjero toma vuelo y suelta un golpe demoledor en las partes blandas del hombre, quien aúlla de dolor y cae al suelo.
    - Bien, ahora es mi turno.
    - Olvídelo - dice el granjero -. Se puede usted quedar con el pato
  3. Un señor va de cacería a África y se lleva a su perrito para no sentirse solo. Un día, ya en la expedición, el perrito, correteando tras unas mariposas, se aleja del grupo, se extravía y comienza a vagar solo por la selva.
    En eso que ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera. Al ver que la pantera lo va a devorar, piensa rápido qué hacer.
    Viendo un montón de huesos de un animal muerto, empieza a mordisquearlos. Entonces, cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice:
    - ¡Ah!, ¡qué rica pantera me acabo de comer!
    La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale despavorida pensando: ¡Quien sabe qué animal será ese, no me vaya a comer a mí también!
    Un mono que andaba trepado en un árbol cercano y que había visto y oído la escena sale corriendo tras la pantera para contarle cómo la engañó el perrito:
    - Cómo serás de estúpida. Esos huesos ya estaban ahí, además es un simple perro.
    El perrito alcanza a darse cuenta de la putada que le hace el mono.
    Después que el mono le contó a la pantera la historia de lo que vio, ésta última muy brava le dice al mono:
    - ¡Súbete a mi espalda, vamos donde ese perro a ver quién se come a quién!
    Y salen corriendo a buscar al perrito. El perrito ve a lo lejos que viene nuevamente la pantera, y esta vez con el mono chismoso.
    - ¿Y ahora qué hago? -piensa todo asustado el perrito.
    Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto, y en cuanto la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito dice:
    - ¡Este mono h**...!, hace como media hora que lo mandé a traerme otra pantera y todavía no aparece!
    MORALEJA:
    "En momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento". Procura ser imaginativo como el perro, evita ser estúpido como la pantera, pero nunca seas tan HP como el mono.
  4. Resulta que se van tres amigos de cacería pero no tenían perros, entonces van a la casa de un amigo, al saber del problema de sus amigos, éste les presta tres de sus mejores perros. Dos horas más tarde vuelven los tres amigos a la casa del amigo que les prestó los perros:
    De casualidad, ¿Tienes otros tres perros de caza para que nos prestes?
    Pero, ¿Y los tres perros que les presté?
    Lo que pasa es que los otros tres perros que nos prestaste ya los cazamos.
  5. Cuatro amigos se fueron de cacería, al llegar al bosque se pusieron de acuerdo en dividirse en dos grupos para que la caza fuera más efectiva. Al cabo de un rato un par de amigos se da cuenta de que están perdidos y sucede lo siguiente:
    Pedro, creo que estamos perdidos.
    No importa Luis, a mí me dijeron que si uno se perdía en el bosque lo que tiene que hacer es disparar tres veces al aire, y esperar en el mismo lugar.
    Así lo hicieron, esperaron una hora y nada pasó.
    Pedro, creo que no dio resultado, hagámoslo de nuevo para ver si resulta.
    Lo hicieron de nuevo, tres disparos al aire, una hora de espera y nada.
    Pedro, hagámoslo de nuevo, espero que esta vez resulte, porque sólo nos quedan tres flechas.
  6. Tres amigos se reúnen para ir de cacería de osos. Antes de emprender la cacería van donde un anciano para preguntarle cómo se cazaban los osos. El anciano les dice:
    Vayan a una cueva grande y dicen: ¡Sal oso, sal! Luego esperan media hora y cuando salga el oso le disparan. Al enterarse de esto se van los tres amigos a cazar. Luego de media hora, dos de los amigos regresan con sus osos. Uno de ellos regresa sucio, herido y moribundo. Entonces, uno de los dos amigos le pregunta qué le pasó y él les responde:
    Fui a una cueva grande, grite: ¡Sal oso, sal! ¡Esperé media hora y me atropelló el tren!
  7. Un cazador se iba de cacería y su amigo le dice:
    Si te encuentras con un león, persígnate, reza, y después te tiras al suelo, y el león no te hará nada.
    El hombre va a la selva, y se encuentra con un león, se pone a rezar y se tira al suelo.
    El león se pone a rezar y el hombre dice:
    ¡Un milagro, un milagro!
    El león le responde:
    ¿Cuál milagro? ¡Yo siempre rezo antes de comer!



chistes de cacería

Contar chistes de cacería es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.