Chistes de Gélido
Estos son los 13 chistes de gélido y más graciosos bromas sobre gélido que matan de risa. Lea chistes acerca gélido que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de gélido para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre gélido para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- En un barco viaja un español y un inglés. El inglés se cae al agua y grita:
¡Help! ¡Help! ¡Help!
Entonces dice el español:
Gel no tengo, pero si quieres shampoo. - Había una vez un chino un panameño y un gringo, los tres se fueron a pescar y el gringo se cayó al agua y dijo el gringo:
help help help y le contesta el panameño:
gringo no tengo gel tengo pomada - un ingles se cae al agua y le dice a un español help help y le dice el español yo no tengo gel tengo champu
- Esta es un Inglés y un Español en un barco y el Inglés se cae y grita:
-Help, help, help-
Y el Español le dice:
-gel no tengo, pero si quieres champú- - Un ingles y un español iban en un barco y se callo el ingles y decía help, help y el español le dice gel no tengo pero si quieres champú.
- . En un barco habia un Gringo y un Chileno,el barco se hundio y el gringo estaba en el baño y empieza a gritar:
- HELP!!! HELLLLP!!!!!
- Y el CHILENO le dicre: no tengo GEL pero tengo shampoo te sirve? - en un barco viajavan un español y un ingles y el ingles se cae al agua y grita help help help y el español dice gel no tengo queres shanpoo
- Deme un gel de baño.
¿Con sales o sin sales?
Hummmmm mejor sin sales, que estoy a dieta. - Help, Help, Help En un barco viajan un español y un inglés.
El inglés se cae al agua y grita.
- ¡HELP!.....¡HELP!.....¡HELP!
Entonces el español va y le dice.
- Gel no me queda, pero si quieres champú?? - Un inglés que no sabía nadar y estaba a punto de ahogarse en el mar le grita a un español:
- Helpppppppp helpppppppp meeeeee!!!
Y el español responde:
- No tengo gel, te sirve champú??? - estaba un ecuatorino y un ingles ,los dos iban caminando por un rio y el ingles se cae al rio y dice ¡¡¡¡help help!!! y el ecuatoriano dice no tengo gel pero tengo shampo.
- Día de pesca Hoy me levanté temprano, me puse los calzoncillos largos, me vestí con calma, me tomé un café, agarré mis cañas de pescar, me fui silenciosamente al garaje, puse las cañas en el maletero del coche y procedí a sacarlo del garaje bajo una lluvia torrencial.
Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a una fuerza sobrenatural.
Sin lugar a dudas, no era un buen día para salir a pescar. Por lo que decidí volver a guardar el coche en el garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo iba a durar todo el día.
Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente y me deslicé dentro de la cama. Despacito me acurruqué contra la espalda de mi mujer, puse mis manos en sus pechos y le susurré al oído:
- El tiempo afuera está horrible.
Ella me contestó medio dormida:
- Ya lo sé. ¿Te puedes creer que el g**... de mi marido se fue hoy pescar? - Era una vez una fiesta de puntos, de repente tocan a la puerta y abre el punto, este se queda mirando y dice:
No puedes entrar, eres una coma.
Y la coma dice:
No soy una coma soy un punto.
Y el punto le cierra la puerta en la cara. Más tarde vuelven a tocar la puerta, cuando el punto abre la puerta dice:
Otra vez tú, te dije que no puedes entrar porque eres una coma, y esto es una fiesta de puntos.
Y el punto vuelve a cerrar la puerta en la cara. Luego vuelven a tocar la puerta.
Cuando el punto abre la puerta dice:
¡Tú otra vez! ¡Te he dicho dos veces que no puedes entrar!
Y la coma dice:
Déjame entrar que soy un punto, ¿no ves que tengo gel para el cabello?
Contar chistes de gélido es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.