Chistes de Maniobra
Estos son los 9 chistes de maniobra y más graciosos bromas sobre maniobra que matan de risa. Lea chistes acerca maniobra que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de maniobra para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre maniobra para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- ¿Será lo mismo maniobrar, que obrar maní?
- Un señor que va en su auto y se percata de que está perdido, maniobra y pregunta a alguien en la calle:
- ¡Disculpe!, ¿podría usted ayudarme? He quedado de encontrarme a las 2:00 con un amigo, llevo media hora de retraso y no sé dónde me encuentro!
- Claro que sí -le contesta- se encuentra usted en un automóvil, a unos 7 Km. del centro de la ciudad, entre 40 y 42 grados de latitud norte y 58 y 60 de longitud oeste.
- Es usted ingeniero, ¿verdad? -dice el del coche.
- Sí señor, lo soy. ¿Cómo lo ha adivinado?
- Muy sencillo, porque todo lo que me ha dicho es ?técnicamente correcto?, pero ?prácticamente inútil?: continúo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer con su información.
- Usted es político, ¿verdad? -pregunta el de la calle.
- En efecto -responde orgulloso el del coche- ¿cómo lo ha sabido?
- Porque no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. De hecho, está usted exactamente en la misma situación que estaba antes de preguntarme, pero ahora, por alguna extraña razón parece que la culpa es mía. - Un tipo volaba en globo, de pronto se percató que estaba perdido, maniobró y descendió un poco. Divisó a un hombre abajo en la calle, bajó más y le grito:
¡Disculpe! ¿Podría usted ayudarme? Prometí a un amigo que me encontraría con él a las 2:00, tengo media hora de atraso y no sé dónde estoy.
Claro que puedo ayudarle, usted se encuentra en un globo de aire caliente, flotando a unos 30 metros encima de esta calle; está entre los 40 y los 42 grados de latitud norte y entre los 58 y los 60 grados de longitud oeste.
¿Es usted ingeniero?
Sí señor, lo soy, ¿Cómo lo supo?
Porque todo lo que usted me ha dicho es técnicamente correcto, pero aún no sé qué hacer con la información que dio, y el hecho es que continúo perdido.
¡Ah! ¿Y usted debe ser un gerente?
En efecto, lo soy, pero, ¿Cómo lo averiguo?
¡Muy fácil! No sabe ni dónde está, ni para dónde va, hizo una promesa que no tiene idea como cumplir y espera que ahora otro le resuelva el problema, de hecho, está exactamente en la misma situación en que se hallaba antes de encontrarnos.
Pero ahora, por algún motivo, resulta que eso es, ¡Culpa mía! - En un campamento mixto de maniobras de la OTAN hay un general americano, otro frances y otro español.
El americano, para impresionar, coge la bayoneta de un soldado americano, y se la clava en el pie:
- ¿Sientes algún dolor?
Con lagrimas en los ojos responde:
- (Gnnnni) Negativo, Señor! Porque yo soooy uun marine de los Eesstadoss Unidosss. Seeeñooor!
El general ruso no quiere quedarse atras, asi que se acerca a un soldado ruso, le coge la bayoneta, se la clava en el pie tres veces y le pregunta:
- Soldado, ¡Sientes algún dolor?
El soldado le responde apretando los dientes:
- Grrrrr! Niet, mi generrraall! Porrrque yo soy grrraaaan soldado Rrrussso!
Cuando llega el general español, agarra a un milico, le coge la bayoneta, se la clava en el pie diez veces, se la retuerce son saña,luego remacha un par de veces y le pregunta:
- Soldado,¿Notas algún dolor?
Y el soldado, firme, erguido, sonriente, saluda y responde con aire marcial y orgulloso:
- NO!
EL general se queda sorprendido y pregunta:
- ¿Por qué?
- Porque calzo un 38 y me han dado un 45! - Una vez iban dos atlantes piloteando un avión (piloto y co-piloto) y llegó la hora de aterrizar. Los dos atlantes empezaron a realizar las maniobras necesarias; bajaron la velocidad, y empezaron a descender con mucha dificultad. Logran poner en la pista de aterrizaje el avión, y aplican los frenos con gran salvajismo. Al detenerse el avión, el piloto dice a su co-piloto:
¡Huf! ¡Que pista tan corta!
A lo que el co-piloto responde:
¡Pero que ancha! - Lo que sigue son declaraciones reales hechas en formularios de seguros de accidentes, donde los conductores trataban de resumir los detalles con el menor número de palabras posible:
- Volviendo al hogar me metí en la casa que no es y choqué contra el árbol que no tengo.
- El otro coche chocó con el mío sin previo aviso de sus intenciones.
- Creía que el cristal de la ventanilla estaba bajado, pero me di cuenta de que estaba subido cuando saqué la cabeza a través de ella.
- Choqué contra un camión estacionado que venía en dirección contraria.
- El peatón chocó contra mi coche y después se metió debajo.
- El tío estaba por toda la calle y tuve que hacer varias maniobras bruscas antes de atropellarlo.
- Saqué el coche del arcén, miré a mi suegra y me fui de cabeza al terraplén.
- Tratando de matar a una mosca, choqué contra el poste de teléfonos.
- Llevaba cuarenta años conduciendo cuando me dormí al volante y tuve un accidente.
- Para evitar colisionar con el parachoques del coche de delante, atropellé al peatón.
- Mi coche estaba correctamente aparcado cuando, retrocediendo, le dio al otro coche.
- Un coche invisible que salió de la nada me dio un golpe y desapareció.
- Le dije a la policía que no estaba herido, pero cuando me quité el sombrero me di cuenta de que tenía fractura de cráneo.
- Estaba convencido de que el vejete no llegaría nunca al otro lado de la calzada cuando le atropellé.
- El peatón no sabía en qué dirección correr, así que le pasé por encima.
- Vi una cara triste moviéndose lentamente cuando el señor mayor rebotó en el techo de mi coche.
- La causa indirecta del accidente fue un tipo bajito en un coche pequeño con una boca muy grande.
- El poste de teléfonos se estaba acercando y, cuando maniobraba para salirme de su camino, choqué de frente. - Dos ratoncitos que salen borrachos de un bar y al llegar a la esquina viene un camión de carga y de repente uno le dice al otro:
¡Ah que yo paro ese camión!
El otro ratoncito asombrado y asustado le dice:
¿Estas loco?
Pero aún así el ratoncito, muy borracho por cierto, se lanza al medio de la calle y coloca sus dos manitas al frente como para aguantar al camión y le grita a su amigo, aún en la acera:
Ya veras que lo voy a detener.
En eso el conductor del camión siente un golpe fuerte debajo del camión y es un neumático que se desinfla, de repente comienzan las maniobras para detener el camión hasta que lo logra y justo al detenerse la rueda delantera queda en las manitas del ratoncito quien le grita a su compañero en la acera:
¡Yo si soy fuerte! ¿Verdad?
En eso el conductor del camión se baja y revisa los cauchos y luego de ubicar el problema se queja de su mala suerte y menciona que tendrá que sacar el gato a lo que el ratoncito, que está deteniendo el camión, le responde:
¡No, no! ¡Si sacas al gato te volteo el camión! - Llega un compa a una cantina y pide un tequila, el cantinero se lo sirve y al momento de tomárselo empieza a brincar hacia los lados, se tira al suelo, brinca hacia atrás haciendo muchas maniobras, pide otro tequila, el cantinero se lo da, él lo toma y vuelve a hacer todas su piruetas Así sigue, y ya como en el séptimo tequila paga, cuando ya se va le dice el cantinero, oiga amigo me podría decir porque hacia todos esos brincos para los lados hacia atrás y todo eso, a lo que el señor le contesta es que yo nada mas tomo mientras puedo brincar, pero cuando ya no puedo hacerlo mejor me voy. A lo que el cantinero le dice es usted acróbata? el compa le contesta no es que cuando ya no puedo brincar significa que soy blanco fácil para las sartenes de mi mujer.
- Se escapan dos locos de una clínica psiquiátrica. En su huida llegan a una estación de tren y suben al tren contentos de su buena suerte; Resulta que aquel tren llevaba una compañía de marina de maniobras y al ver tanto marino le dice uno a otro: Oye loco, esto no es un tren, ¡esto es un barco!. El otro dice: Vamos a tirarnos al agua antes de que zarpe, y se tira. El que está aún en el tren le pregunta: ¿Cómo está el agua?.... y contesta el otro desde el suelo del anden: ¡Tírate por el otro lado que por aquí hay muchas rocas!
Contar chistes de maniobra es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.