Chistes de Marrón
Estos son los 24 chistes de marrón y más graciosos bromas sobre marrón que matan de risa. Lea chistes acerca marrón que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Tabla de contenidos
Los Mejores Chistes de Marrón
Estos son nuestros mejores frases chistosas de marrón. Diviértete con un buen bromas de marrón en español con sencillo humor de marrón y fotos para reir.
- Un señor va al dentista pues tenía los dientes muy amarillos. Llega donde el dentista y le dice:
Doctor, tengo los dientes amarillos, ¿Qué me recomienda?
El doctor responde, corbata marrón. - Osos y huevos - Por qué los osos son peludos, grandes y marrones
- Porque si fueran sin pelo, pequeños y blancos no serian osos, serian huevos - Recomendaciones sanitarias - Doctor, doctor, tengo los dientes amarillos..¿qué me recomienda?
- Corbata marrón. - un gitano a su padre:
-hay papa que si me puedes deja un calzoncillo k tengo una cita con una paya y los tengo todos rotos
-toma
-papa como se pone esto?
-lo marron pa tras y lo amarillo pa lante.: - Problema de colores - Doctor, confundo todo el rato los colores con los números.
- Vaya marrón…
- Por el c**... te la hinco
Chistes Cortos de Marrón
Un chiste cortos de marrón breve puede contarse en casi cualquier momento o situación, puesto que no requiere de demasiado tiempo. Anécdotas cortas acerca de marrón muy bueno y tienen garantizada la risa.
- ¿Qué es marrón, pequeño y huele a caramelo? Un diabético al que le ha alcanzado un rayo.
- Hulk fue al médico...porque cagaba marrón
- Doctor, ¿qué es lo que va mejor para mis dientes amarillos?
Y el doctor le contesta:
Una corbata marrón. - que es marron, a veces verde, a veces es grande y a veces es chiquito? TU ZORETE
- Dientes amarillos Paciente:
- ¿Qué me recomienda para los dientes amarillos?
Doctor:
- Corbata marrón
Chistes de marrón muy buenos y graciosos
Los chistes de marrón para niños y para amigas muy buenos y graciosos siempre son un éxito en las fiestas. La risa está garantizada cuando se comparten estas marrón bromas divertidas.
La ropa de Napoleón y Rajoy
Napoleón Bonaparte durante sus batallas siempre usaba una camisa de color rojo.
Para él era importante, porque si era herido, con su camisa roja no se notaría su sangre y sus soldados no dejarían de luchar. Toda una prueba de valor. Doscientos años mas tarde, Mariano Rajoy utiliza siempre un pantalón marrón.
En el autobús sube un chico con la cresta de todos los colores : amarillo, naranja, rojo, rosa, morado, azul, verde, marron ..., y se sienta al lado de un anciano que le dice :
- Cuándo tenía tu edad, folle con un loro de colores, y ahora que te veo a ti, ¿no serás mi hijo, verdad ?
El chico se había quedado patilifuso !!! :o
El Madrileño no te llama por teléfono: te da un toque
El Madrileño no te saluda: te dice ¡Que pasa!
El Madrileño no se cae: se da una ostión
El Madrileño no se enamora: se enchocha
El Madrileño no trata de convencerte: te raya
El Madrileño no concierte una cita con sus amistades: queda con sus colegas
El Madrileño no se lanza: se embala
El Madrileño no da besos: te morrea
El Madrileño no bebe mucho: se pone mas p**... que Alfredo
El Madrileño no es que no lo entienda: no lo pilla
El Madrileño no te da la espalda: te manda a tomar por c**...
El Madrileño no te llama la atención: ....¡¡¡chico!!!
El Madrileño no se inmuta: ....¡¡¡buahh!!
El Madrileño no acaricia: soba
El Madrileño no molesta: da el coñazo
El Madrileño no se baña: se pega una ducha
El Madrileño no se alimenta: papea
El Madrileño no te golpea: te suelta una ostia
El Madrileño no trabaja: curra
El Madrileño no tiene amantes: solo dos o tres chavalitas
El Madrileño no se impresiona: se flipa
El Madrileño no tiene ganas de hacer p**...: se mea
El Madrileño no sufre de diarrea: se va de baretas
El Madrileño no corre a toda velocidad: sale follao
El Madrileño no se dispersa del lugar: se pira
El Madrileño no se duerme: se queda sobao
El Madrileño no se rie: se parte el c**...
El Madrileño no esta en problemas: se mete en marrones
El Madrileño no pide que le lleven: dice que le acerquen
El Madrileño no es un presuntuoso: es un fantasma
El Madrileño no toma un autobús: coge la blasa o la camioneta
El Madrileño no aprovecha las ocasiones: lo coge de tirona
El Madrileño no es un amigo: es un hermano
El Madrileño no es buen tipo: es buena gente
El Madrileño no es un tipo tranquilo: es un empanao
El Madrileño no llama a su madre: llama a su vieja
El Madrileño no es un gandul: en un espabilao
El Madrileño no hace algo mal: la caga
El Madrileño no liga: intenta comerse algo
El Madrileño no pierde el tiempo: mamonea
El Madrileño no dice voy y vuelvo: dice en cero coma
El Madrileño no habla claro: te lo dice to a la p**... cara
El Madrileño no toma café: se echa un cortado
El Madrileño no esta cansado: esta reventao
El Madrileño no ve a una chica fea: ve a un callo
El Madrileño no se niega: te dice que no lo flipes
El Madrileño no se enfada: se china
Al Madrileño no le sale algo mal: le putean
El Madrileño no tiene prejuicios: Solo odia a los catalanes.
El Madrileño no es cualquier cosa: es un ser único y extraodinario.
Estas son tres hormigas que estaban en la calle,empieza a llover y se meten en una casa.
Una se metió en donde se guardan los medicamentos,otra donde se lavaban las manos y otra en el retrete.
Por la mañana se despertó la de los medicamentos y dijo -¡oh que bien he dormido con el aroma de los medicamentos!-
-La segunda dijo: -¡pues a mi me han despertado para lavarse las manos pero he dormido bien!-
y la tercera:yo fatal,primero sonaron truenos luego ha empezado a llover agua amarilla y menos mal que me he agarrado a un tronquito marrón,que sino...
Un matrimonio atlante se paseaba sobre un puente.
De pronto, el marido divisa un almendro lleno de almendras justo debajo del puente. Baja a recoger las almendras y su mujer se queda esperándole en el puente.
Mientras él recoge las almendras, ella se pone a gritar:
¡Paquiñu, que me caigu!
A lo que el marido, desde abajo, responde:
Cáigate que yo te coju.
Pero Paquiñu que me caigu, insiste la mujer.
Caigate que yo te coju.
De pronto el marido va a poner las almendras dentro del saco que casi estaba lleno, y ve con sorpresa que están muy marrones y le dice a su mujer:
Paquiña, que buenas nos han saliu las almendras.
No Paquiñu, no, ya te decía yo que me caigaba.
Los piratas de los siete mares:
Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa.
El segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
Entonces el capitán gira instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
A esto el capitán contesta:
Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
Tres días después el segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón!
Los piratas de los siete mares:
Este era un barco pirata, de pronto, aparece una fragata inglesa.
El segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán una fragata inglesa a babor!
Entonces el capitán gira instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y gana la batalla el barco pirata. Al otro día, nuevamente grita el segundo de abordo:
¡Capitán, capitán una goleta española a estribo!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja!
Pin, pun, pan, 20 trifulcas, golpes y porrazos y gana otra vez la batalla el barco pirata.
Dos días después, el segundo de abordo vuelve a gritar:
¡Capitán, capitán una fragata portuguesa hacia la proa!
Entonces el capitán gira de nuevo instrucciones:
Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi chaqueta roja.
Pin, pun, pan, trifulcas, golpes y porrazos y de nuevo gana la batalla el barco pirata.
Al día siguiente el segundo de abordo se acerca y le pregunta al capitán:
Capitán todos estamos impresionados por sus dotes dirigiéndonos en la batalla y lo bien que nos ha ido en la mar. Sin embargo, todos entendemos por qué hay que colocar la bandera pirata, bajar las velas y lo demás, pero discúlpeme, ¿Para qué pide que le traigamos su chaqueta roja?
A esto el capitán contesta:
Elemental señor Smith; si por infortunio soy herido en batalla, la tripulación no se desmoralizará porque no se darán cuenta que estoy herido; de este modo siempre ganaremos la batalla. El señor Smith contesta:
Ah, que interesante y bien pensado mi capitán.
Tres días después el segundo de abordo grita:
¡Capitán, capitán, dos fragatas portuguesas a babor, tres fragatas inglesas hacia la popa y cuatro goletas españolas hacia proa, entonces el capitán, se rasca la cabeza y gira las instrucciones:
¡Bajen las velas, coloquen la bandera pirata, todos a los cañones, sables en mano y tráiganme mi pantalón marrón!
Tres hormigas estaban en la baño, llego la hora de ir a dormir, se despidieron y corriendo una se mete donde los medicamentos; la otra en el lava manos y la última en el retrete.
Por la mañana: Se despertó la que durmió entre los medicamentos y dice: -"OH!!! que bien he dormido con el olor de los medicamentos".
La otra hormiga, cuenta: - ¡Pues a mi me han despertado para lavarse las manos, pero he dormido bien!
La última hormiga, he dormido fatal, - primero ha habido truenos luego ha empezado a llover agua amarilla y menos mal que me he agarrado a un tronquito marrón.
El capitán valiente
Hace mucho tiempo vivió un hombre de mar, el Capitán Bravo. Era muy valiente y jamás mostró temor ante un enemigo. Una vez, navegando los siete mares, el vigía vio que se acercaba un barco pirata, y la tripulación del barco se volvió loca de terror. El capitán Bravo gritó
- Traigan mi camisa roja!!
y llevándola puesta instigó a sus hombres al ataque, y vencieron a los piratas. Unos días más tarde, el vigía vio dos barcos piratas. El capitán pidió nuevamente por su camisa roja, y la victoria volvió a ser suya.
Esa noche, sus hombres le preguntaron por qué pedia la camisa roja antes de entrar en batalla, y el capitán contestó:
- Si soy herido en combate, la camisa roja no deja ver mi sangre, y mis soldados continúan peleando sin miedo.
Todos los hombres quedaron en silencio, maravillados por el coraje de su capitán.
Al amanecer del día siguiente, el vigía vio no uno, no dos sino DIEZ barcos piratas que se acercaban. Toda la tripulación dirigió en silencio sus ojos al capitán, que con voz potente, sin demostrar miedo, gritó:
- Tráingame mis pantalones marrones!
Dos contadini (campesinos italianos):
- Pues me voy de viaje a ver si veo el mar.
- ¿El mar? ¿Y qué es eso?
- Pues es algo así, como te diría.. es como el baño...
- ¿El baño? ¿Y qué es eso?
- Sí, hombre, cuando te metes en la ducha...
- ¿La ducha? ¿Y qué es eso?
- Sí, hombre, ese sitio en el que te metes desnudo, sin calzoncillos ni nada...
- ¿Calzoncillos? ¿Y qué es eso?
- Pero tío, cuidado que eres guarro, los calzoncillos son una cosa higiénica.
- ¿Y cómo son?
- Pues amarillos por delante y marrones por detrás.
Un barco tenía un capitán muy valiente.
Un día van a atacar un barco pirata, entonces, el capitán le dice a uno de sus soldados:
¡Tráigame mi camisa roja!
El soldado se la lleva, y van a la batalla y ganan. Al otro día vienen dos barcos piratas y el capitán le vuelve a decir:
¡Tráigame mi camisa roja!
Ese día vuelven a ganar, entonces, el soldado le pregunta al capitán:
Capitán, ¿por qué cada vez que vamos a batalla, usted pide su camisa roja?
Y el capitán le contesta:
Porque si me llegan a herir, ustedes no se darían cuenta, y seguirían peleando.
Al otro día vienen 10 barcos piratas, y el capitán le dice:
¡Tráigame mis pantalones marrones!
Se encuentran dos amigos y se saludan mutuamente:
¡Hola Pedro!
¡Que tal Cornelio!
Oye, dice Cornelio, sospecho que mi mujer me engaña.
¿Que te engaña, Cornelio?
Sí, porque ya no cumple sus deberes de esposa, ni siquiera sabe comprarme regalos de mi agrado. Fíjate que la semana pasada, mientras yo trabajaba en el turno de la noche se le ocurre comprarme un par de zapatos de colores mezclados.
¿De colores mezclados?, pregunta Pedro.
Si, uno marrón y uno color negro, contesta Cornelio y añade, a propósito como los que llevas puestos tú pero a la inversa.
Cornelio se dispara una carcajada y exclama:
¡Por lo menos no soy el único!, dice Pedro un poco sudoroso: ¡Por eso somos amigos!
Napoleón Bonaparte durante sus batallas siempre usaba una camisa de color rojo.
Para él era importante, porque si era herido, con su camisa roja no se notaría su sangre y sus soldados no dejarían de luchar. Toda una prueba de valor.
Doscientos años mas tarde...
Los políticos acostumbran utilizar siempre un pantalón marrón por miedo a que les pregunten sobre su honradez y probidad, sobre todo referente a sus dineros para financiar las campañas.
CAZADOR
Erase una vez Frank. Emocionado con su nuevo rifle, feliz de la vida sé fue a cazar Osos.
Se encontró con un pequeño oso de color marrón y le disparo. Fue entonces
que sintió un golpecito sobre su hombro y se dio vuelta para ver un gran Oso
Negro el cual le dijo:
"Tienes dos opciones: O te golpeo hasta la muerte o nos entendemos con
s**...".
Frank decidió agacharse........
Aunque se sintió dolido por 2 semanas, rápidamente se recupero y juro
venganza. Inicio otro viaje para encontrar al Oso Negro y cuando por fin lo
encontró le disparo. Entonces sintió otro golpecito en el hombro. Esta vez
un enorme Oso Grisáceo estaba a su derecha.
Era mas grande que el Oso Negro y este le dijo:
"Esto te va a doler mas a ti que a mi pero tienes dos opciones: O te golpeo
hasta la muerte o nos entendemos con s**...".
Otra vez Frank penso que era mejor perder su dignidad que su vida, aunque
Sobrevivió. Pasaron muchos meses hasta que logro recuperarse. Ultrajado, se
dirigió de nuevo al bosque con una sola meta: Venganza. Logro encontrar la
pista del Oso Grisáceo, lo ubicó y le disparo. Fue entonces que sintió un
nuevo golpecito en el hombro. Giro y vio un gigantesco Oso Polar que
mirándolo fijo le dijo:
"Admítelo Frank, tu no vienes aquí a cazar....A ti te gusta el hueveo."
Los chistes son una forma popular de entretenimiento que típicamente consta de una anécdota o historia cómica con un final sorpresivo y gracioso. Existen muchos géneros de chistes, como los chistes de niños, los chistes de adultos, entre otros. El propósito principal de los chistes es provocar risa, normalmente atravesando conceptos o situaciones comunes en la vida de una manera humorística y a menudo irónica. La habilidad de contar chistes y hacer reír a las personas es una gran forma de romper el hielo y de conectar con los demás.
Contar chistes de marrón es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.