Chistes de Palmeras
Estos son los 12 chistes de palmeras y más graciosos bromas sobre palmeras que matan de risa. Lea chistes acerca palmeras que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de palmeras para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre palmeras para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- ¿Por qué los elefantes no se suben a las palmeras?
Porque le tienen miedo al coco. - Si las palmeras dan cocos,¿los árboles dan zapes?
- Palmeras Cual es el árbol mas valiente?
- La palmera porque duerme con el coco - Habían dos atlantes en un aeropuerto. En eso por los parlantes llaman:
Señores atlantes, por favor suban a la planta alta.
Nadie subía, después de un rato llaman de nuevo.
Señores atlantes, por favor suban a la planta alta.
Nadie subía, después de cinco minutos llaman por los parlantes:
¡Señores atlantes, por favor bájense de la palmera! - ¿Qué le dice la palmera al sol?
¡No me quemes los cocos! - que le dise una palmera a un sol calientame los cocos
- En la palmera Está un macarra subido en una palmera. Pasa otro y le dice:
- ¡Eh! ¿Qué passsa colega, qué haces ahí subido?
- Pues nada, comiendo higos...
- ¡Pero tío! Encima de una palmera serán dátiles, ¡¡¡no higos!!!
- Que passa, ¡¡me he comprado un kilo de higos y me los como donde quiero!! - Un hombre caminaba por el paseo marítimo, cuando de repente ve a un amigo en lo alto de una palmera:
- ¡Pero leche Paco!, ¿qué haces ahí arriba?.
- Ya ves, aquí, comiéndome unos higos.
- ¿Higos?, ahí en la palmera serán dátiles, ¿no?.
- Bueno, yo me he comprado un cuarto-kilo de higos y me los como donde me da la gana, ¿no?. - Se oye una voz en el sistema de sonido de la una tienda en Atlantilandia:
Empleado Venancio, favor de subir a la planta.
Poco después se escucha de nuevo la misma voz:
¡Empleado Venancio, favor de bajar de la palmera! - que le dijo la palmera al sol le dijo calientame los cocos
- Habia una vez un camello un elefante y un champiñon k iva por el desierto y le pregunto el champiñon al camello -camello porke tienes en una joroba grasa y en otra agua.Y dice el elefante porke es josemari, y le mira el camello con cara de pescao y dice y por k tu tienes la polla en la cara??
y dice el champiñon -por k se le cayo una palmera en la cara y le mira el elefante con cara de chino comiendo limones estreñio. y le dice el elefante al champiñon -por k estas todo el dia debajo de una palmera..? Y dice el camello -por k se parece a una seta k se llama luis johan alcocer champiñones y dice el champiñon -puto camello ,y lo tira por un precipicio y dice el camello al elefante - y tu k miras cara polla y elefante le dice al camello-callate mejor k tienes las tetas en la espalda y se caen los dos por el precipio ! - Un marido y una mujer siempre que hacen el amor acaban discutiendo porque ella no siente placer, así que un día, la mujer le confiesa el marido, que una de sus fantasías sería hacer el amor, mientras un negro desnudo le abanica.
El marido, pone cara de extrañeza, pero ante la insistencia de su mujer, baja a la calle, encuentra un vendedor ambulante negro, y al regresar, recoge dos hojas grandes de palmera.
Una vez en el apartamento, se desnudan los tres, el negro agarra las palmeras y comienza a agitarlas, mientras que el marido, agarra su mujer y comienza hacerle el amor. Al momento, la mujer con cierta incomodidad dice:
- Para, para, así no. No me gusta. Tiene que abanicar más rápido
El marido indignado, hace gestos al negro y le indica que debe abanicar mucho más fuerte, reanuda la marcha, y unos instantes después se escucha:
- Mal, mal, no me está gustando. Dile al negro que abanique más fuerte.
- Pero es que no me entiende! Ya se lo he dicho pero no lo hace bien.
- Lo mejor será que os intercambiéis de sitio, así el negro sabrá cómo debe abanicar y yo no pierdo el calor, porque si me enfrió, tendremos que volver a empezar.
El marido furioso, se cambia de sitio con el negro, agarra las hojas de palmera y comienza a agitarlas fuertemente arriba y abajo. El negro, le mete su aparato a la mujer, e inmediatamente, la mujer comienza a gritar con gemidos de placer:
- Si, si, ohh sii, ohh si..
Al terminar, el marido satisfecho se acerca al negro y le dice:
- ¿Has visto cómo hay que agitar las hojas de palmera?
Contar chistes de palmeras es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.