Chistes de Porsche
Estos son los 7 chistes de porsche y más graciosos bromas sobre porsche que matan de risa. Lea chistes acerca porsche que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de porsche para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre porsche para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Dos amigos hablando:
-¡Fumas muchísimo! Si no fumaras, con todo lo que ahorrarías comprabas un porsche!
-¿Tu fumas?
-No...
-¿Y dónde está el porsche? - Dos borrachos van por la carretera conduciendo un porsche a toda velocidad y la policía los para:
- A ver caballero, permiso para conducir.
- Compadre hagase a un lao, que va a conducir el señor policía - En un lujosísimo barrio lleno de mansiones, un hombre de aspecto desaliñado golpea a una puerta. La dueña de casa abre y él le dice:
Yo atlante buscando trabajo.
Ella se compadece y le dice:
Tengo algo que usted puede hacer, tome este balde de pintura verde y dé la vuelta a la casa. En la parte de atrás encontrará un porche que necesita pintura.
Un par de horas más tarde el hombre regresa contento y le dice:
Listo, terminé, pero yo conocer bien autos europeos, ese no ser un Porsche sino un Mercedes. - Una vez un hombre estaba leyendo el periódico y vio un anuncio que decía, se vende un Porsche en $500. El hombre se sorprendió y de una vez fue a la dirección indicada para ir a ver el carro.
Cuando al fin encuentra la casa encontró que era una mujer la que estaba vendiendo el carro. Ella lo lleva a ver el carro, y éste se ve en muy buenas condiciones y le pide probarlo para asegurarse de que si lo está. Lo prueba y ve que el carro está estupendamente bien. A él ya le estaba matando la curiosidad y le pregunta a la mujer, por qué está vendiendo un carro tan caro en solo $500. Ella muy complacida le contesta, lo que pasa es que mi esposo y yo nos acabamos de separar, él me dijo que me podía quedar con todo, menos el carro, que le hiciera el favor y se lo vendiera y luego le mandara el dinero. - Llega una chica a un concesionario de Porsche, se acerca a uno de los coches, abre la puerta, se sienta y sin querer se le escapa una ventosidad... la señora avergonzada sale del coche pero uno de los comerciales que se dió cuenta del detalle le dice:
-¿Puedo ayudarla en algo señorita?
-Si, ¿cuánto cuesta este coche?
-Si se le escapó un p**... al entrar, se va a cagar como le diga el precio! - Pintar el porche En un lujoso barrio de Madrid, lleno de mansiones, un hombre de aspecto desaliñado llama a una de las casas.
La dueña de casa abre y él le dice:
- Yo ser inmigrante buscando trabajo. Por favor ¿podría
ayudarme?
La señora, que estaba entretenida tomando café con unas amigas, se compadece y le dice:
- Tengo algo que usted puede hacer: tome este bote de pintura verde y de la vuelta a la casa. En la parte trasera encontrará un porche que necesita pintura.
Tres horas más tarde el hombre regresa contento, esperando cobrar una buena propina, y le dice:
- Listo, ya terminé señora. Pero, yo inmigrante de Polonia, conocer bien autos europeos, ese no ser un Porsche sino un Mercedes. - Un hombre que va con un Porsche por la autopista a 120 por hora y se le pone a su altura un tio con una mobilete, le toca el cristal y le dice con un cigarro en la boca. ¡Tienes fuego! y el hombre del Porsche acelera y pone el coche a 220 por hora y al instante el motorista con su mobilete le vuelve a tocar el cristal y le vuelve a decir ¡Tienes fuego! y el hombre cabreado incredulo a lo que esta viendo acelera hasta alcanzar los 300 Km por hora y el motorista con la cara descompuesta, cayendosele las lagrimas con su cigarrillo en la boca le vuelve a tocar el cristal y le dice me das fuego o no, a lo que el conductor del coche baja la ventanilla y le dice: que te vas a matar hombre estas loco y el motorista le contesta si tampoco fumo tanto.
Contar chistes de porsche es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.