Chistes de Abeja
Estos son los 10 chistes de abeja y más graciosos bromas sobre abeja que matan de risa. Lea chistes acerca abeja que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de abeja para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre abeja para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- esto es la abeja malla y un ladron y dice el lador:donde esta el dinero y dice la abeja malla:en un pais multicolor y dice el ladron: donde esta el dinero y dice la abeja malla:en un pais multicolor y dice el ladron.mete a la m**... y dice la abeja malla:primero tu y luego yo
- ¿Por qué los atlantes echan abejas en la sopa?
Para que esté picante. - Una abeja en el gimnasio - ¿Qué hace una abeja en el gimnasio?
- ................. Zumba - ¿Qué hace una abeja en el gimnasio?
Zumba - ¿Por qué los de Atlantilandia ponen abejas en los pimientos?
Para que estén más picantes. - ¿Por qué los de Lepe ponen abejas en los pimientos?
Para que estén más picantes!!! - Extractos de la sabiduría de Inodoro Pereyra, el entrañable personaje de Fontanarrosa
1 - Dígame don Inodoro usted esta con la Eulogia por alguna promesa?
- Mendieta, uno se deslumbra con la mujer linda, se asombra con la inteligente... y se queda con la que le da pelota.
2 - Vago no, quizá algo tímido para el esjuerzo.
3 - Estoy comprometido con mi tierra, casado con sus problemas y divorciado de sus riquezas.
4 - ¿Y usted cómo se gana la vida?
- ¿Ganar? ¡De casualidá estoy sacando un empate!
5 - ¿No andará mal de la vista, don Inodoro?
- Puede ser, hace como tres meses que no veo un peso.
6 - ¿Por qué esta agresión gratuita?
- ¡Mire, si quiere se la cobro!
7 -Don Inodoro, sabe usté que el pingüino es compañero de una sola pingüina de por vida.
- ¿Y por que cree que le dicen pájaro bobo?
8 - Con la verdá no ofendo ni temo. Con la mentira zafo y sobrevivo, Mendieta.
9 - La historia lo juzgará. Pero tiene el mejor de los abogados: el olvido.
10 - Eso de "hasta que la muerte los separe" es una incitación al a**....
11 - Acepto que la Eulogia es fulera, pero es de las que demuestran la belleza por el absurdo.
12 - Usté no está gorda, Eulogia. Es un bastión contra la anorexia apátrida.
13 - ¿Puede una persona disaparecer de a pedazos? Porque a la Eulogia le desapareció la cintura.
14 - Pereyra, míreme a la cara.
- ¿Por qué este castigo, Eulogia? ¿Por que tanta crueldá?
15- La Eulogia es, lejos, la mejor prienda que conocí en mi vida. Bien lejos... 20, 30 kilómetros. De cerca es así, jodida...
16 - La Eulogia es una santa. No como mi cuñada que sufre el Síndrome de la Abeja Reina. Se cree una reina y es un bicho.
17 - Ahura hay fertilización asistida. Vea el caso de la señora del viejo Aredes. Quedó embarazada. En el pueblo se comenta que al viejo lo ayudaron.
18- Mire esta vaca, Serafín! Musa inspiradora de miles de composiciones escolares... ¡Y ahora es acusada de traficante de colesterol por el naturismo apátrida! Nos da su leche, su carne, su cuero. Lo quiero ver usté haciéndose una campera de zapayitos!
19 - La muerte nivela a güenos y malos, don Inodoro. Lo malo es que nivela pa' bajo.
20 - No tenemos que copiar las cosas malas de ajuera, Lloriqueo. Nosotros tenemos que crear nuestras propias cosas malas!
21 - Estuvo divertido el pesebre viviente este año, Mendieta.
- Bien la vaca. Algo sobreactuado el burro.
22 - Soy crítico meteorológico, señor. La tormenta de anoche. Floja iluminación de los relámpagos, yuvia repetida, escenografía pobre y pésimo sonido de los truenos, en otro fiasco de esta puesta en escena de Tata Dios.
23 - No me diga que va a barrer, Pereyra! La ultima tarea domestica que ¡hizo jue doblar una serviyeta!
24 - Yo no quiero ser irrespetuoso, Eulogia, pero lo que ha hecho Tata Dios con usté es abuso de autoridá. - Era un gallego que va a un burdel por primera vez y cuando viene la madame le dice:
- Quiero una mujer.
- ¿Ya tienes experiencia?
- No -Pues mira, mejor vete al campo donde vives, busca un árbol que tenga un agujero, práctica y luego vuelves. El gallego lo hace, practica durante todo un mes y vuelve portando una tabla:
- Quiero una mujer, ya tengo experiencia. La madame le da una habitación y una chica, a la cual nada más tiene oportunidad le pega con la tabla en las nalgas. Esta replica
- ¿pero qué te pasa, estas loco?
- Nada, es que quería asegurarme que no tenías abejas en el agujero. - Todos los días, muy temprano llegaba a su empresa la hormiga productiva y feliz. Allí pasaba sus días, trabajando y tarareando una antigua canción de amor. Ella era productiva y feliz, pero ¡ay!, no era supervisada.
El abejorro gerente general consideró que ello no era posible, así que se creó el puesto de supervisor, para el cual contrataron a un escarabajo con mucha experiencia. La primera preocupación del escarabajo supervisor fue organizar la hora de llegada y de salida y también preparó hermosos informes.
Pronto fue necesario contar con una secretaria para que ayudara a preparar los informes, así que contrataron una arañita que organizó los archivos y se encargó del teléfono. Mientras tanto la hormiga productiva feliz trabajaba y trabajaba.
El abejorro gerente estaba encantado con los informes del escarabajo supervisor, así que pidió cuadros comparativos y gráficos, indicadores de gestión y análisis de tendencias.
Entonces fue necesario contratar una abeja ayudante para el supervisor y fue indispensable un nuevo computador con impresora a color. Pronto la hormiga productiva y feliz dejó de tararear sus melodías y comenzó a quejarse de todo el papeleo que había que hacer ahora. El abejorro gerente, entonces, consideró que era momento de adoptar medidas.
Así crearon el cargo de Gerente del Área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz. El cargo fue para una libélula que alfombró su oficina e hizo adquirir un sillón especial . El nuevo gerente necesitó, claro está, un nuevo computador y, cuando se tiene más de un computador, hay que tener una red local.
El nuevo gerente pronto necesitó un asistente (que había sido su ayudante en la empresa anterior), para que le ayudara a preparar el plan estratégico y el presupuesto para el área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz.
La hormiga ya no tarareaba sus viejas melodías y cada vez se le notaba más irascible. "Vamos a tener que contratar un estudio de clima laboral un día de estos" dijo la libélula. Pero un día el gerente general, al revisar las cifras, se dio cuenta que la unidad de negocios (donde trabajaba la hormiga productiva y feliz) ya no era tan rentable como antes.
Así que contrató al búho, prestigioso consultor, para que hiciera un diagnóstico. El búho estuvo tres meses en la empresa y pronto emitió un sesudo informe:
"Hay demasiada gente en este departamento ..." Así el gerente general siguió el consejo del consultor y ... despidió a la hormiga productiva y feliz.
Moraleja: Si eres hormiga productiva y feliz, instala tu propia empresa. - Un conductor de camión que transporta 75 toneladas de nitroglicerina, cuando viaja en lo más alto de un puerto de montaña se da cuenta de que no tiene frenos y empieza a descender cada vez más rápido.
El camión va derrapando como si fuese una moto, esquivando como puede a los que vienen en dirección contraria.
Va rebotando todo el rato, porque el pavimento de la carretera esta lleno de baches, y de vez en cuando choca ligeramente con el muro que hay al lado de la carretera.
El conductor intenta en vano encontrar algún desvío, y al final el camión se sale de la carretera por una curva que cae por un precipicio profundísimo.
El desgraciado conductor intenta quitarse el cinturón de seguridad, pero se ha atascado; mientras el camión va cayendo, se las arregla para cortarlo con una navaja que se le escurre entre los dedos varias veces, porque los tiene llenos de sudor. Intenta abrir la puerta, pero en uno de los choques contra el muro se ha deformado y es imposible moverla, así que agarra el extintor y empieza a golpear el parabrisas; como es de vidrio muy resistente le cuesta mucho, pero al final consigue romperlo y salta.
Sin embargo, se engancha con los pantalones en uno de los hierros; intenta soltarse, pero es imposible, así que se los quita y por fin sale del camión. A pesar de que no ve nada, porque ha perdido sus gafas, consigue agarrarse a una ramita.
En ese momento, el camión explota con tanta violencia que a su alrededor cae una lluvia de fragmentos ardiendo y se produce una avalancha encima suyo.
El hombre aguanta como puede los golpes de las piedras en la cabeza, pero la ramita es demasiado pequeña y se desprende.
El camionero baja rodando por el barranco, golpeándose con todas las piedras, casi pierde el conocimiento, hasta que consigue agarrarse a un cactus y cree estar a salvo; sin embargo, debajo de esa rama hay una colmena.
Nuestro hombre es alérgico al veneno de las abejas, pero como no puede soltarse porque la caída seria mortal, aguanta impasible sus picaduras.
Transcurre un rato que le parece una eternidad hasta que oye unos gritos; le dicen que le han visto y que van a llamar a la policía y a servicios médicos para que le atiendan.
No hay ningún teléfono cerca, así que tienen que ir hasta el pueblo mas cercano, a 20 kilómetros de distancia; un atasco impide que la ayuda llegue pronto, y cuando llega la policía se dan cuenta de que van a necesitar cuerdas para llegar hasta él fondo para rescatarle, y vuelven a por ellas.
El camionero aguanta varias horas bajo el sol ardiente, que le produce quemaduras de tercer grado, pero al final es rescatado.
Entonces uno de sus salvadores le dice:
- Gracias a Dios se ha salvado.
- No, gracias a Dios no, me he salvado gracias a ese cactus, porque las intenciones de Dios estaban bien claras....
Contar chistes de abeja es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.