Chistes de álgebra
Estos son los 7 chistes de álgebra y más graciosos bromas sobre álgebra que matan de risa. Lea chistes acerca álgebra que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de álgebra para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre álgebra para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- ¿Saben ustedes como le dicen a una modelo?
El álgebra por que esta llena de operaciones. - Algebra de la vida: Hombre(casado + divorciado)+vuelto a casar = estúpido al cuadrado.
- Jaimito le dice a su papá:
Papá, estoy estudiando alemán, francés y algebra.
Y su papá le responde:
Pero dime hijo, ¿Cómo se dice amor en algebra? - No nuestro se acabó Vete, ya no te quiero. Sólo me das problemas.
-Pero que dices, si soy tu profesora de álgebra.
-Y dale.... - Después de casi 20 años de dar clases en escuelas secundarias, pensé que ya había oido todas las excusas que puede dar un alumno que no entrega la tarea, hasta que un padre me envió este recado: "Por Favor, disculpe a Lori por no llevar la tarea de Algebra. Anoche la gata tuvo gatitos, justo sobre la tarea."
- Sensaciones universales ante un examen.
Llegada (demasiado temprano) al lugar del examen.
Repaso compulsivo y totalmente infructuoso de los apuntes.
Fase de cachondeo nervioso pre-examen.
Entrada atemorizada al aula donde va a perpetrarse el examen.
Reparto de las hojas para el examen ("¡¿Cinco hojas?!" dicen algunos).
Reparto de las hojas de preguntas ("En algo tan pequeño no pueden caber muchas preguntas" dicen algunos infelices).
Vuelta de la hoja y descubrimiento de que usan un tamaño de letra 5 o más pequeño.
Carcajada histérica.
Resoplidos varios y llevadas de manos a la cabeza automáticas.
Descubrimiento de que con lo (poco) que se recuerda no se pueden contestar ni a la mitad de las cuestiones.
Intentos vanos de copia (con el subsiguiente descubrimiento de que el de al lado tiene menos idea que vos).
Fase de derrumbamiento, desesperación, impotencia y espera (ya que queda mal entregar el examen tras sólo diez minutos).
Entrega del examen y huida del lugar del crimen.
Fase de cachondeo nervioso post-examen.
Fase de exclamación de palabras soeces y de índole sexual ("Me rompieron el ","me remataron", etc).
Comparación de resultados (comprobando que no hay dos personas con las mismas respuestas, o mucho peor: todos coinciden menos vos. Típico).
Fase de consulta compulsiva de los apuntes (cuyo único resultado es empeorar el estado de ánimo del consultante).
Fase de declaración de principios:
"Ya no voy más a... (Cálculo, Física, Algebra...)".
Fase de negación ("¿Examen? ¿Qué examen? Yo no he hecho ningún examen").
Fase depresiva post-traumática y elaboración de planes para eliminarla:
"Necesito pegarle a alguien", "Necesito emborracharme". - Sensaciones universales ante un examen.
Llegada (demasiado temprano) al lugar del examen.
Repaso compulsivo y totalmente infructuoso de los apuntes.
Fase de cachondeo nervioso pre-examen.
Entrada atemorizada al aula donde va a perpetrarse el examen.
Reparto de las hojas para el examen ("¡¿Cinco hojas?!" dicen algunos).
Reparto de las hojas de preguntas ("En algo tan pequeño no pueden caber muchas preguntas" dicen algunos infelices).
Vuelta de la hoja y descubrimiento de que usan un tamaño de letra 5 o más pequeño.
Carcajada histérica.
Resoplidos varios y llevadas de manos a la cabeza automáticas.
Descubrimiento de que con lo (poco) que se recuerda no se pueden contestar ni a la mitad de las cuestiones.
Intentos vanos de copia (con el subsiguiente descubrimiento de que el de al lado tiene menos idea que vos).
Fase de derrumbamiento, desesperación, impotencia y espera (ya que queda mal entregar el examen tras sólo diez minutos).
Entrega del examen y huida del lugar del crimen.
Fase de cachondeo nervioso post-examen.
Fase de exclamación de palabras soeces y de índole sexual ("Me rompieron el ","me remataron", etc).
Comparación de resultados (comprobando que no hay dos personas con las mismas respuestas, o mucho peor: todos coinciden menos vos. Típico).
Fase de consulta compulsiva de los apuntes (cuyo único resultado es empeorar el estado de ánimo del consultante).
Fase de declaración de principios: "Ya no voy más a... (Cálculo, Física, Algebra...)".
Fase de negación ("¿Examen? ¿Qué examen? Yo no he hecho ningún examen").
Fase depresiva post-traumática y elaboración de planes para eliminarla: "Necesito pegarle a alguien", "Necesito emborracharme".
Contar chistes de álgebra es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.