Chistes de Circuncisión

Estos son los 4 chistes de circuncisión y más graciosos bromas sobre circuncisión que matan de risa. Lea chistes acerca circuncisión que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de circuncisión para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre circuncisión para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. EL rabino - A mi me han circuncidado
    - ¿El rabino?
    - No seas cursi, hombre, LA POLLA
  2. Cómo es el mexicano
    El mexicano no se emborracha;
    ¡Se pone hasta atrás!
    El mexicano no saluda; Te dice ¿qué onda, güey?
    El mexicano no tiene amigos; Tiene compas.
    El mexicano no se cae; Se da un chingadazo.
    El mexicano no se burla de ti; Te echa carrilla.
    El mexicano no convence; Tira choro.
    El mexicano no se atreve; Se lanza a lo macho.
    El mexicano no besuquea; Faja.
    El mexicano no molesta; Chinga.
    El mexicano no flatula; Se pedorrea.
    El mexicano no holgazanea; Echa la hueva.
    El mexicano no te ve la cara; Te hace p**....
    El mexicano no se baña; Se lo lava.
    El mexicano no se molesta; Se encabrona.
    El mexicano no te golpea; Te agarra a chingadazos.
    El mexicano no te ordena; Te manda a la de a huevo.
    El mexicano no se encuentra fastidiado; ¡Está hasta la madre!
    El mexicano no sufre de diarrea; Se desfunde del c**....
    El mexicano no fracasa; La caga.
    El mexicano no duerme; Se echa una jeta.
    El mexicano no sale corriendo; Sale en chinga loca.
    El mexicano no ríe hasta más no poder; Se caga de la risa.
    El mexicano no eyacula; Se deja venir.
    Al mexicano no le es difícil; ¡Está c**...!
    El mexicano no se masturba; Se la jala.
    El mexicano no ignora las cosas; Se las pasa por los huevos.
    El mexicano no pide prestado; Tira un sablazo.
    El mexicano no le hace el amor a una mujer; Se la coge.
    El mexicano no se resbala; Se va de nalgas.
    El mexicano no es cobarde; Es puto.
    El mexicano no come; Se echa un taco.
    El mexicano no va rápido; Va hecho la madre.
    El mexicano no pelea; Se agarra a madrazos.
    El mexicano no es listo; ¡Es chingón!
    El mexicano no pide que lo lleven; Pide un aventón.
    Al mexicano no le hacen s**... oral; Se la maman.
    El mexicano no es un tipo alegre; ¡Es poca madre!
    El mexicano no o**...; Se echa una firma.
    El mexicano no te insulta; ¡Te mienta la madre!
    Al mexicano no le hacen la circuncisión; Le pelan el chile.
    El mexicano no es mujeriego; ¡Es un c**...!
    El mexicano no tiene suerte; Se raya.
    El mexicano no es intransigente; ¡Sólo se le hinchan los huevos!
    El mexicano no es grosero; ¡Es un p**... lépero mal hablado!
    El mexicano no es corrupto; ¡Es un trácala!
    El mexicano no se muere; ¡Se lo lleva la chingada!
    El mexicano no es cualquier cosa; es MEXICANO.
    ¡Viva México!
  3. Un sacerdote, un ministro y un rabino quieren saber quién de ellos es mejor en su trabajo. Se internan en el bosque, encuentran un oso e intentan convertirlo. Más tarde se reúnen los tres.
    ?Cuando encontré al oso ?dice el sacerdote? le leí el catecismo y lo rocié con agua bendita. La próxima semana hará su Primera Comunión.
    ?Yo encontré a un oso ?cuenta el ministro?, y le prediqué la palabra de Dios. El oso quedó tan sorprendido que me dejó bautizarlo.
    Ambos voltean a ver al rabino, quien yace en una camilla rodante, con todo el cuerpo enyesado.
    ?Pensándolo bien ?exclama el religioso?, quizá no debí haber comenzado con la circuncisión.
  4. Una vez acabado el año fiscal, la Agencia Tributaria envió un inspector de Hacienda para auditar los libros de una sinagoga. Mientras los iba comprobando, se giró hacia el rabino y le dijo:
    - Observo que compraron un montón de cirios. ¿Qué es lo que hacen con los restos de cera que gotean?
    - Buena pregunta -dijo el rabino-. Las vamos guardando y las devolvemos al fabricante, y de vez en cuando ellos nos envían gratis una caja de cirios.
    - ¡Oh! -respondió el inspector, algo decepcionado con que su insólita pregunta hubiese tenido una respuesta tan buena, pero continuó con sus odiosas maneras-. ¿Qué me puede decir sobre sus compras de galletas? ¿Qué hacen con las migajas?
    - Ah, sí -respondió el rabino, dándose cuenta de que el inspector estaba intentando ponerle en un aprieto con su absurda pregunta-, las recogemos y las devolvemos a los fabricantes, y de vez en cuando nos envían gratis una caja de benditas galletas.
    - Ya veo -respondió el inspector, estrujándose el coco para ver como podía sacar de quicio al sabelotodo del rabino-. Bien, rabino, y entonces ¿qué es lo que hacen con los prepucios que van quedando de las circuncisiones que llevan a cabo?
    - Pues aquí tampoco desperdiciamos nada -respondió el rabino-. Lo que hacemos es irlos guardando y enviarlos a la Agencia Tributaria, y de vez en cuando, una vez al año más o menos, ellos nos envían un capullo completo.