Chistes de Comerciable
Estos son los 10 chistes de comerciable y más graciosos bromas sobre comerciable que matan de risa. Lea chistes acerca comerciable que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de comerciable para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre comerciable para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Entre comerciantes.
Sólo hay una forma de ganar dinero honradamente.
¿Ah, sí? ¿Y cuál es?
Ya me suponía que usted la ignoraba. - Resulta que un dia un hombre decide ir a comprar una estufa.
Llega al comercio y le pregunta al encargado:
_ "Disculpe, ¿cuánto cuesta esa estufa?
_ "Esa estufa cuesta 1500 dólares
_"¡1500 dólares!, pero, eso es una estafa!
_" No, no, es una estufa. - Un contador público, cansado de la vida de la ciudad, se muda al campo y decide dedicarse a criar pollos. Se dirige a la tienda del pueblo rural cerca de donde ahora vive.
Me da una orden de 100 pollitos, el dice al comerciante.
Este le despacha la orden.
Una semana después, el contador regresa.
Me da otra orden de 200 pollitos.
El comerciante le vuelve a despachar la orden, pero a la semana siguiente regresa.
Hoy quiero una orden de 500 pollitos.
¡Guau!, dice el dueño de la tienda, a usted le tiene que estar yendo muy bien.
No, suspira el contador, no se me dan, o los estoy sembrando muy profundo o muy separados. - La cama sin hacer En una noche de lluvia cerrada un viajante de comercio detiene su coche en la pequeña fonda local. Solicita una habitación y el dueño le responde desganado:
- Habitación sí hay, pero la cama está sin hacer.
- Bueno, responde el viajante, eso no importa; yo mismo la puedo hacer.
- ¡Ah!, muy bien -dice el posadero-. Ahí tienelas tablas y aquí m**..., serrucho y clavos. - Un cantinero hablaba con uno de sus clientes y le decía:
¿Verdad que la situación se ha puesto dura?
El cliente le responde:
Sí compañero, en estos momentos hay todo tipo de paros en nuestro país.
Y le dice el cantinero:
Si, hay paro de maestros y de universidades, hay paro de policías, hay paro de médicos, hay paro de transporte, hay paro en las empresas petroleras, hay paro de gondoleros y hasta de comerciantes, pero mejor paro de contar porque la lista es muy larga. - El "Teorema del Salario" de Dilbert establece que: Los ingenieros y científicos nunca pueden ganar tanto como los ejecutivos y los comerciantes".
Demostración:
Este teorema se puede demostrar matemáticamente a partir de los siguientes dos postulados:
Postulado No. 1 : "knowledge is power "(el conocimiento es poder)
Postulado No. 2 : "time is money" (el tiempo es dinero)
Todos conocemos el siguiente axioma:
Power = Work / Time (potencia = trabajo / tiempo)
Considerando que, knowledge = power ;tenemos que, knowledge = work / time
y como time = money tenemos que :
conocimiento (knowledge) = trabajo (work)/ dinero (money)
Si en esta ecuación despejamos la variable "dinero" obtenemos: dinero = trabajo / conocimiento
Así, si "conocimiento" se aproxima a cero, el dinero tiende a infinito, independiente/de la cantidad de trabajo hecho.
DEMOSTRADO: "Cuanto menos sepas, más ganaras"
Si usted, no ha entendido la demostración de este teorema, no se preocupe, seguramente esta gozando de un jugoso sueldo. - Apuestas de la anciana Una anciana fue un día al Banco del Comercio "Bancomer" llevando un bolso lleno hasta el tope de dinero.
Insistía ante la ventanilla, solicitando que quería hablar única y exclusivamente con el Director del Banco para abrir una cuenta de ahorros, para lo cual decía:
ANCIANA: "Comprenda Ud., es mucho dinero".
Después de mucho discutir, la llevaron ante el Director del Banco, respetando el concepto de que el cliente tiene siempre la razón.
DIRECTOR: -¿Cuánto dinero desea ingresar?
ANCIANA: USD$165.000,00.
Y automáticamente vació su bolso encima de la mesa.
El Director, naturalmente, sintió una gran curiosidad por saber de dónde habría sacado la anciana tanto dinero y le preguntó:
DIRECTOR: Señora, me sorprende que lleve tanto dinero encima, realmente es mucha cantidad.
¿Cómo lo ha conseguido?
ANCIANA: -"Es simple, hago apuestas".
DIRECTOR: ¿Apuestas?... ¿Qué tipo de apuestas?.
ANCIANA: Bueno, todo tipo de apuestas. Por ejemplo, le apuesto a Ud., USD$25.000,00...
¡¡¡A QUE SUS PELOTAS SON CUADRADAS!!!.
DIRECTOR: "Esa es una apuesta estúpida"... Ud., nunca podrá ganar una apuesta de ese tipo.
ANCIANA: Bueno ya le dije que hago apuestas. ¿Está Ud. dispuesto a aceptar mi apuesta?.
DIRECTOR: Por supuesto. Apuesto USD$25.000,00 a que mis pelotas no son cuadradas.
ANCIANA: De acuerdo, pero como hay mucho dinero en juego...
¿Puedo venir mañana a las 10:00 AM con mi abogado para que nos sirva de testigo?
DIRECTOR: Claro que sí.
Aquella noche, el Director estaba muy nervioso por la apuesta. Pasó largo tiempo mirándose sus pelotas en el espejo, volviéndose de un lado para otro, una y otra vez. Se hizo un riguroso examen y quedó absolutamente convencido de que sus pelotas no eran cuadradas y que ganaría la apuesta.
A la mañana siguiente a las 10:00 en punto, la anciana apareció con su Abogado en la Oficina del Director. Hizo las pertinentes presentaciones, y repitió la apuesta de USD$25.000,00.
¡¡¡LAS PELOTAS DEL DIRECTOR SON CUADRADAS!!!.
El Director aceptó nuevamente la apuesta, y la anciana le pidió que se bajara los pantalones para mostrar sus pelotas.
El Director se bajó sus pantalones, y la anciana se acercó, y miró sus pelotas detenidamente, y le preguntó tímidamente si las podía tocar, expresando:
ANCIANA: Tenga Ud., en cuenta que es mucho dinero y debo cerciorarme.
DIRECTOR: Bien, de acuerdo. Comprendo que quiera estar absolutamente segura.
La anciana se acercó al Director, y agarrándole empezó a palpar sus pelotas, paralelo a lo cual, el Director se dio cuenta de que el Abogado estaba golpeándose la cabeza contra la pared.
El Director preguntó a la anciana:
DIRECTOR: ¿Y ahora que le pasa a su Abogado?.
ANCIANA: Nada, sólo que he apostado con él, USD$100.000,00 a que hoy, a las 10:00 de la mañana...
"LE TOCARÍA LAS PELOTAS AL DIRECTOR DE BANCOMER". - Zapatos pequeños Un señor entra a una zapatería y se le acerca el vendedor:
-Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarle señor?
-Quiero unos zapatos del número 42.
-Verá, señor, no es por llevarle la contraria, pero a simple vista puedo ver que usted calza almenos un 46.
-Eso no me importa, yo quiero un número 42, si no, no compro nada y me voy a otra tienda.
-Está bien (le contesta el vendedor con cara de asombro).
El dependiente le trae unos zapatos del número 42; el hombre se los prueba y le dice:
-Perfecto, me los llevo puestos.
Cuando va de salida del comercio, el vendedor se da cuenta de que el hombre va sufriendo porque los zapatos le aprietan mucho. El vendedor, intrigado de por que compró unos zapatos tan pequeños, se le acerca y le dice:
-Señor, disculpe, pero no me puedo quedar con la intriga, ¿cómo es que compra sus zapatos tan pequeños, si se ve que está sufriendo porque no le quedan bien?
- Mire, le voy a contar mi historia: mi mujer me engaña con un compañero de trabajo; mi hija es p**...; mi hijo es yonki; mi suegra vive con nosotros y me tira en cara la culpa de todos los problemas familiares... ¡El único placer que tengo en esta vida es llegar acasa y quitarme estos malditos zapatos! - Estaban dos comerciantes y uno le decía al otro:
Oiga tío, por qué mi negocio no funciona.
Y el tío le pregunta:
¿Pusiste letreros?
Puse letreros, le responde.
¿Pusiste ofertas?
Puse ofertas.
¿Pusiste propagandas?
Puse propagandas.
Entonces, qué es lo que pasa, vamos a ver...
Letreros, propaganda, ofertas, si serás menso, sastrería se escribe con ¨s¨ no con ¨c¨. - Eran exactamente las 3 y media de la madrugada cuando le suena el teléfono al dueño de un kiosco, este se despierta muy exaltado y contesta el teléfono:
Hola, dice el señor con voz de dormido.
Hola, ¿le puedo hacer una pregunta?, preguntan del otro lado del teléfono.
Sí, dígame.
¿A qué hora abre el negocio?
A las siete y media, y colgó el hombre.
Una hora después, suena otra vez el teléfono...
Hola, dice el comerciante
Perdone, ¿a qué hora me dijo que abría el negocio?, preguntó la misma voz.
El quiosquero ya fastidiado cuelga el teléfono de una.
5 minutos más tarde suena otra vez el teléfono...
Ya gritando...
¡Hola!
¿Le falta mucho para abrir el negocio?, insistió la voz de siempre.
Ya el hombre más que cansado le respondió:
¿Pero por qué tiene tanta prisa para entrar?
Y la voz del otro lado, con voz de desesperación:
¡No! ¡No quiero entrar, quiero salir!
Contar chistes de comerciable es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.