Chistes de Contador
Estos son los 27 chistes de contador y más graciosos bromas sobre contador que matan de risa. Lea chistes acerca contador que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Tabla de contenidos
Los Mejores Chistes de Contador
Estos son nuestros mejores frases chistosas de contador. Diviértete con un buen bromas de contador en español con sencillo humor de contador y fotos para reir.
- -Mamá tengo dos novios y no se si elegir al contador o al militar...
- Hay mi hijita, no lo dudes, elige al militar que sabe cocinar, hacer la cama y recibir ordenes!!
Chistes Cortos de Contador
Un chiste cortos de contador breve puede contarse en casi cualquier momento o situación, puesto que no requiere de demasiado tiempo. Anécdotas cortas acerca de contador muy bueno y tienen garantizada la risa.
- ¿Cuál es el colmo de un contador?
Que su hijo repruebe matemáticas. - ¿Cuál es el colmo de un contador?
Que su esposa lo eche de menos estando en casa - ¿Cómo se le dice al hijo de una pareja de contadores?
Resultado de ejercicios anteriores.
Chistes de contador muy buenos y graciosos
Los chistes de contador para niños y para amigas muy buenos y graciosos siempre son un éxito en las fiestas. La risa está garantizada cuando se comparten estas contador bromas divertidas.
Estaban reunidos un matemático, un economista y un contador.
Pedro que estaba reunido con ellos les pregunta:
¿Cuánto es uno más uno?
El matemático dice:
Exactamente dos.
El economista contesta que puede ser dos.
y el contador mira para ambos lados y dice en voz baja:
¿Cuánto quieres que sea?
Un contador esta teniendo dificultades para dormir y va a ver a su doctor: Doctor, no puedo dormir en la noche.
¿Haz probado contando ovejas?
Ese es el problema, me equivoco y entonces paso tres horas tratando de encontrar el error.
¿De qué sufren los contadores, a diferencia de los demás seres humanos?
- Depreciación.
Si la mujer de un contador no puede dormir, ¿qué dice?
- Mi amor, cuéntame cómo te fue en tu trabajo hoy.
¿Qué es un contador auditor?
- Alguien que llega después de la batalla, y remata con un cuchillo a los sobrevivientes.
¿Qué es un auditor?
Un contador que ha perdido su sentido del humor.
¿Por qué algunos contadores deciden volverse auditores?
Porque encuentran muy emocionante leer el libro diario.
¿Qué sufren los contadores, a diferencia de los demás seres humanos?
Depreciación.
¡Ay mamá! no sé si casarme con el contador o con el militar, le dice muy confundida una joven a su madre.
No lo pienses más hija, cásate con el militar, saben cocinar, tender la cama, y recibir ordenes.
Estaban reunidos un contador, un arquitecto, administrador de empresas, y un ingeniero en sistemas.
Empieza el contador:
La profesión más vieja del mundo es la mía.
¡No!, Le dice el arquitecto, al principio no existía nada, así que todo tuvo que ser construido, por tanto Dios es arquitecto.
El administrador de empresas le dijo al arquitecto:
Nada que ver, al principio todo era un caos y tuvo que ser organizado tal como una empresa por tanto Dios era administrador.
Interviene el de sistemas:
No, no, no, tú dijiste que había caos al principio, si había caos ya había alguien de sistemas allí.
Burocracia.
Estaba un contador, un arquitecto, un químico y un burócrata discutiendo sobre, cuál de sus perros era el más listo. Entonces, se les ocurrió ponerles a prueba, el arquitecto llama a su perro de nombre compás y le dice:
Has lo que sabes, y el perro tomó un pliego de papel milimétrico, un lápiz, y una regla y dibujó un cuadrado perfecto.
Después el contador llamó a su mascota de nombre inventario:
Muéstrales, le dijo, el perro fue por un paquete de galletas y las dividió y acomodó en tres pilas con el mismo número de piezas. A este, le siguió el químico que llamó a su perro de nombre matraz y le dijo:
Has lo tuyo.
Y el perro tomó un recipiente con leche y una taza graduada y midió exactamente 1/2 litro. Cuando tocó el turno al burócrata todos estaban atentos a ver que hacía su perro, entonces lo llamó:
¡Senador!
Y el perro sin más fue y se echó sobre el pliego de papel, bebió la leche de un sólo trago y se zampó todas las galletas.
Un contador público, cansado de la vida de la ciudad, se muda al campo y decide dedicarse a criar pollos. Se dirige a la tienda del pueblo rural cerca de donde ahora vive.
Me da una orden de 100 pollitos, el dice al comerciante.
Este le despacha la orden.
Una semana después, el contador regresa.
Me da otra orden de 200 pollitos.
El comerciante le vuelve a despachar la orden, pero a la semana siguiente regresa.
Hoy quiero una orden de 500 pollitos.
¡Guau!, dice el dueño de la tienda, a usted le tiene que estar yendo muy bien.
No, suspira el contador, no se me dan, o los estoy sembrando muy profundo o muy separados.
Cuando Juan recibió su sueldo, en dinero efectivo, como siempre lo hacía el primer día de cada mes, contó cuidadosamente los billetes, uno a uno, agudizando sus ojos y untando el dedo con saliva para despegar con fuerza los billetes.
Se sorprendió al percatarse que le habían dado 100 dólares más de lo que correspondía. Miró al contador de reojo para asegurarse que no lo había notado, rápidamente firmó el recibo, se guardó el dinero dentro del bolsillo y salió del sitio con la mayor rapidez y discreción posibles, aguantándose, con esfuerzo, las ganas de saltar de la dicha.
Todo quedó así.
El primer día del mes siguiente hizo la fila y extendió la mano para recibir el pago.
La rutina se repitió y al contar los billetes, notó que faltaban 100 dólares.
Alzó la cabeza y clavó su mirada y muy serio le dijo al cajero:
- Señor, disculpe, faltan 100 dólares.
El cajero respondió:
- ¿Recuerda que el mes pasado le dimos 100 dólares más y usted no dijo nada?
- Sí, claro -contestó Juan con seguridad-, es que uno perdona un error, pero dos ya son demasiados.
Un hombre fue citado para una investigación fiscal del Ministerio de Hacienda.
Asustado, preguntó a su contador de qué manera vestir.
- ¡Usá harapos!, "que piensen que sos mendigo" - replicó el contable.
Cuando preguntó a su abogado, éste le dio exactamente el consejo contrario:
- ¡No dejes que te intimiden! ¡Usá tu traje y corbata más elegante!
Confundido, el hombre se va a la Iglesia con el sacerdote, y le cuenta los dos consejos opuestos y le pide su opinión. Y le dice el Sacerdote:
- Déjame contarte una historia: Una mujer, a punto de casarse, le preguntó a su madre que ponerse en su noche de bodas. "Ponte una bata pesada, de franela, que te llegue al cuello" le dijo la madre. Cuando preguntó a su mejor amiga, esta le dio el consejo opuesto:
"Ponte el negligé más pequeño y transparente que puedas encontrar y con un escote que te llegue hasta el ombligo".
- ¿Pero Padre, que tiene que ver eso con mis impuestos?
El sacerdote le contesta:
- No importa como vistas hijo mío, hagas lo que hagas y te vistas como te vistas... Te van a coger!
Estaba un grupo de cirujanos reconocidos hablando y comentando de las diferentes cirugías que han realizado. Uno de ellos dijo:
La verdad es que no hay nadie más fácil de operar que los bibliotecarios.
¿Por qué?, preguntó el resto.
Porque cuando uno los abre se encuentra todas las cosas ordenadas en forma alfabética.
Otro de ellos comentó.
No es cierto, no hay nadie más fácil de operar que un contador.
¿Por qué?, preguntó el resto.
Porque cuando uno los abre se encuentra todas las cosas ordenadas numéricamente.
Otro de ellos comentó.
No es cierto, no hay nadie más fácil de operar que un mecánico automotriz.
¿Por qué?, preguntó el resto.
Porque cuando uno los opera y le sobran piezas, ellos entienden y no se enojan.
Estaban un ingeniero, un contador, un químico, un informático y un político alardeando sobre la inteligencia de sus perros...
El ingeniero ordenó a su perro: ¡Escalímetro, muestra tus habilidades!
El perro agarró unos ladrillos, unas tablas y se armó el solo una casucha. Todos admitieron que era increíble.
El contador dijo que su perro podía hacer algo mejor. "¡Formulario,
muestra tus habilidades!
El perro fue a la cocina, volvió con 12 galletas y las dividió en 4 pilas de 3 galletitas cada una. Todos dimitieron que era genial.
El químico dijo que su perro podía hacer algo aún mejor."¡Cuántico, muestra tus habilidades!
Cuántico caminó hasta la heladera, tomó un litro de leche, agarró un vaso mediano y lo llenó sin volcar ni una gota. Todos aceptaron que era impresionante.
El informático sabía que podía ganarles a todos: "¡Megabyte, hazlo!
Megabyte atravesó el cuarto, encendió la computadora, controló si tenía virus, mejoró el sistema operativo, mandó un e-mail e instaló un juego excelente. Todos sabían que esto era muy difícil de superar. Miraron al político y le dijeron:
-Y su perro, ¿qué puede hacer?
El político llamó a su perro y dijo: "¡Elecciones, muestra tus habilidades!
Elecciones se paró de un salto, se comió las galletas, se tomó la leche, borró todos los archivos de la computadora, abusó de los otros cuatro perros, después alegó que como los otros habían hecho fraude se retiraba, pidió su jubilación por anticipado y más encimas se robó la casucha y la vendió dos veces...
Esta era una chica, que estaba indecisa, porque no sabía con cuál de los dos pretendientes casarse. Uno es un contador, y el otro es un militar. Al verse con la duda, le pregunta a su madre:
¿Con cuál de los dos me caso, mamá?
No lo pienses dos veces hija. Cásate con el militar, que es el que te conviene.
¿Por qué dices eso, mamá?
Mira, ellos, se levantan temprano, arreglan la cama, hacen su desayuno, y además reciben órdenes.
Estaban un ingeniero, un contador, un químico, un informático y un político alardeando sobre la inteligencia de sus perros...
El ingeniero ordenó a su perro: ?¡Escalímetro, muestra tus habilidades!
El perro agarró unos ladrillos, unas tablas y se armó el solo una casucha. Todos admitieron que era increíble.
El contador dijo que su perro podía hacer algo mejor. "¡Formulario,
muestra tus habilidades!
El perro fue a la cocina, volvió con 12 galletas y las dividió en 4 pilas de 3 galletitas cada una. Todos dimitieron que era genial.
El químico dijo que su perro podía hacer algo aún mejor."¡Cuántico, muestra tus habilidades!
Cuántico caminó hasta la heladera, tomó un litro de leche, agarró un vaso mediano y lo llenó sin volcar ni una gota. Todos aceptaron que era impresionante.
El informático sabía que podía ganarles a todos:
"¡Megabyte, hazlo!
Megabyte atravesó el cuarto, encendió la computadora, controló si tenía virus, mejoró el sistema operativo, mandó un e-mail e instaló un juego excelente. Todos sabían que esto era muy difícil de superar. Miraron al político y le dijeron:
- Y su perro, ¿qué puede hacer?
El político llamó a su perro y dijo:
"¡Elecciones, muestra tus habilidades!
Elecciones se paró de un salto, se comió las galletas, se tomó la leche, borró todos los archivos de la computadora, abusó de los otros cuatro perros, después alegó que como los otros habían hecho fraude se retiraba, pidió su jubilación por anticipado y más encimas se robó la casucha y la vendió dos veces...
A una ama de casa, un contador público y un abogado se les pregunta: "¿Cuánto es 2+2?"
La ama de casa responde de inmediato: "¡cuatro!"
El contador público responde: "Creo que es 3 ó 4. Déjame correr la macro de mi hoja de cálculo una vez más."
El abogado baja la intensidad de la luz, y entrecerrando los ojos y con tono suave contesta: "¿Cuánto quiere que sea"?
La bata del hospital
Un tío va a un hospital a que le curen una uña que se le ha clavado en el dedo gordo del pie, y se cabrea cuando una enfermera se lo lleva a un vestidor y le dice que se ponga una bata del hospital.
-Pero esto es absurdo !Si es solo la uña!
-Ya, pero las normas del hospital...
-¡Pues me niego!
Y una voz desde el vestidor de al lado dice:
-Déjelo, si no le va a servir de nada; fíjese, yo llevo bata ya, y venía solo a leer el contador del gas. ¡Tengo miedo!
Relato de lo que ocurrió el día en que el visir se enamoró de los pechos de la reina
Amit era un alto funcionario de la corte del Rey Akbar.
Hacía mucho tiempo estaba obsesionado con el deseo incontrolable de gozar de los voluptuosos pechos de la reina hasta hartarse.
Por supuesto, nunca había podido hacerlo.
Un día reveló su deseo a Birbal, principal consejero y Contador de la Corona, y le pidió que hiciese algo para ayudarlo.
Birbal, después de mucho pensar, acordó, con la condición de que Amit le pagara mil monedas de oro. Amit aceptó el acuerdo.
Al día siguiente Birbal preparó un líquido que causaba picazón y lo derramó en el sutien de la reina mientras ésta tomaba un baño;
Pronto el escozor comenzó y fue aumentando en intensidad, dejando al rey preocupado y a la reina muy molesta.
Se hicieron consultas a los médicos, y ante la falta de respuesta de éstos Birbal dijo que a su entender sólo una saliva especial, aplicada por cuatro horas, curaría el mal. Birbal también dijo que esa saliva tan especial podría ser encontrada en la boca de Amit.
El Rey Akbar se puso muy feliz y llamó a Amit, quien durante las cuatro horas siguientes se cansó de gozar a voluntad los suculentos y deliciosos pechos de la reina, haciendo todo lo que siempre había deseado.
Con su deseo ya plenamente realizado y su libido satisfecha, Amit se negó a pagarle a Birbal lo que habían convenido; además se burló de él y se le rió en la cara.
Sabía que, naturalmente, Birbal nunca podría contar el hecho al rey. Pero Amit había subestimado al Contador de la Corona, hombre de muchos recursos como todos los de su profesión.
Al día siguiente Birbal colocó el mismo líquido en los calzoncillos del rey.
Moraleja: Nunca dejes de pagarle a tu Contador
Un día un grupo de profesionales, luego de leer su horóscopo, llevaron a sus perros a una exposición para ver cual era la mascota mejor preparada.
El primero en mostrar las habilidades de su perro fue el arquitecto, quien ordenó a su can:
- "Ladrillo", muestra lo que sabes.
El perro tomó unos maderos, unos clavos y un m**..., y armó una perrera. Todos aplaudieron.
Luego tomo el turno el contador quien dijo a su perro:
- "Balance", muestra lo que sabes.
El perro sacó 18 galletas de un tarro y armó 3 triángulos perfectos cada uno con 6 galletas, con 3 galletas por lado. Todos felicitaron al contador y a "Balance".
El turno era para el barman quien ordenó a su perro:
- "Alexander", muestra una de tus habilidades.
El perro se fue al bar, alcanzó una botella de whisky americano, una de vermouth italiano, un frasco de cerezas, una caja de palillos, y preparó cócteles para todos. Todos aplaudieron y brindaron por la habilidad del perro.
El ingeniero de sistemas sonrió y ordenó a su mascota:
- "Cursor", enséñales un poco de tecnología...
El perro de la informática encendió el PC, digitó la clave, entró a una hoja de cálculo y desde allí creó un novedoso juego, el cual jugaron y admiraron todos los presentes.
La competencia estaba muy reñida y aún faltaba el perro del político. Los dos estaban cómodamente sentados mirando lo que hacían los demás, hasta que entendieron que era su turno.
Se levantaron los dos y el político ordenó a su perro:
- "Rififí", es tu turno; ¡demuéstrales!
"Rififí" fue a la mesa y se comió las galletas, terminó con los cócteles y se emborrachó, violó a "Balance", borró todos los archivos del PC para que no quedaran evidencias, se robó la casita de "Ladrillo", y alegó inmunidad parlamentaria!
Un hombre, fue llamado a una auditoría por impuestos, le preguntó a su contador que ponerse de vestimenta, y este le contestó:
- Usa cualquier harapo. Que piensen que tú estás en la miseria.
Luego le pidió a su abogado la misma pregunta, pero tiene el consejo contrario. -No dejes que te intimiden. Lleva tu traje más elegante y corbata.
Confundido, el hombre fue a su amigo, le dijo que de los consejos contradictorios, y pidió una resolución del dilema.
- Déjame que te cuente una historia, respondió el amigo.
"Una mujer, a punto de casarse, le preguntó a su madre qué ponerse en su noche de bodas. -Usa un pesado, largo camisón, de franela hasta el cuello.
Pero cuando se lo preguntó a su mejor amiga, ella consiguió consejos contradictorios. -Ponte el negligé más sexy, con un escote en V hasta en el ombligo.
El hombre protestó:
- ¿Qué significa todo esto que ver con mi problema con los impuestos?
El amigo respondió:
- No importa lo que te pones, igual te van a "&%$&%"
Tres cirujanos discuten en el buffet del hospital sus experiencias sobre las operaciones.
El primero dice:
- A mi me gustan operar a los contadores, los abrís y tienen todo numerado.
A lo que el segundo replica:
- No, prefiero a los bibliotecarios, tienen todo sus partes ordenadas alfabéticamente.
Y el tercero termina:
- Pero los mas fáciles de operar son los abogados, porque carecen de corazón y de riñones, y la cabeza y el c**... son intercambiables.
Un banquero es un compañero a quien le prestas tu paraguas cuando el sol esta brillando y lo quiere de vuelta en el minuto que empieza a llover.
Un economista es un experto quien sabrá mañana porque las cosas que él predijo ayer no sucedieron hoy.
Un encargado de las estadísticas es alguien quien es bueno con los números, pero le falta la personalidad para ser un contador.
Un vendedor de seguros es alguien quien trae una bomba falsa en un avión, ya que eso disminuye las posibilidades de que vaya haber otra bomba en el avión.
Un programador es alguien quien resuelve un problema que no sabías que tenías en una forma que no entiendes.
Un matemático es como un hombre ciego en una habitación oscura buscando un gato negro que no esta allí.
Un psicólogo es alguien quien observa a todos los demás cuando una hermosa mujer entra en la habitación.
Un profesor es alguien quien habla en los sueños de alguien más.
Un consultor es alguien quien te saca el reloj de tu muñeca y te dice la hora
Refieren las crónicas que en 1994 se celebró una competencia de remo entre Japón y la Argentina.
Los remeros japoneses se destacaron desde el comienzo. Llegaron a la meta una hora antes que el equipo argentino.
De regreso en la Argentina, el Comité Ejecutivo se reunió para analizar las causas de tan desconcertante e imprevisto resultado. Las conclusiones fueron:
1) En el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros.
2) En el equipo argentino había un remero y diez jefes de equipo.
La decisión pasó a la esfera de planificación estratégica, con una reestructuración que calaría en lo más profundo de la delegación.
En 1995, producida la largada de la nueva competencia, el equipo japonés volvió a adelantarse desde el comienzo. Esta vez el equipo argentino arribó a la meta dos horas más tarde. El nuevo análisis del Comité Ejecutivo arrojó los siguientes resultados:
1) En el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros.
2) En el equipo argentino, luego de los cambios introducidos por el Departamento de Planificación Estratégica, la composición era la siguiente:
- Un jefe de equipo
- Dos asistentes del jefe de equipo.
- Siete jefes de sección.
- Un remero.
La conclusión del Comité fué unánime y lapidaria:
"El remero es un incompetente"
En 1996 se le presentó una nueva oportunidad al equipo argentino. El Departamento de Nuevas Tecnologías y Negocios había puesto en marcha un plan destinado a mejorar la productividad, introduciendo novedosas modificaciones en la organización que generarían, sin lugar a dudas, incrementos substanciales de efectividad, eficiencia y eficacia.
Serían la llave del éxito, el broche de oro de un trabajo que humillaría al mismísimo Peter Drucker.
El resultado fué catastrófico.
El equipo argentino llegó tres horas más tarde que el japonés.
Las conclusiones revelaron datos escalofriantes:
1) Para desconcertar, el equipo japonés optó por la alineación tradicional: un jefe de equipo y 10 remeros.
2) El equipo argentino utilizó una novedosa formación vanguardista, integrada por:
- Un jefe de equipo
- Dos auditores de calidad total.
- Un asesor de empowerment.
- Un supervisor de downsizing.
- Un analista de procedimientos.
- Un tecnólogo.
- Un contador.
- Un jefe de sección.
- Un apuntador de tiempos.
- Un remero
Luego de varios días de agotadoras reuniones y profundo análisis, el Comité decidió castigar al remero quitándole "todos los bonos e incentivos por el fracaso alcanzado".
En la reunión de cierre, el Comité junto con los accionistas representativos, concluyeron:
"Recurriremos a la contratación de un nuevo remero, pero a través de un contrato de outsourcing, con el objeto de no tener que lidiar con el sindicato y de no estar atado a convenios laborales anquilosados, que sin duda degradan la eficiencia y productividad de los recursos."
De la anterior historia se desprenden cuatro moralejas:
1) No hay justicia en los juegos olímpicos.
2) Existen japoneses con mucha suerte.
3) Los argentinos no pasaban por un buen momento.
4) El remero era reactivo en lugar de ser proactivo. Era vago y no se apegó a la misión, visión, objetivos, estrategias y tácticas del sistema y por si fuera poco no supo trabajar en equipo.
Esta un contador y un ganadero en un avión y le comenta uno al otro:
A mí en mi pueblo me consideran el mejor contador del mundo, dice el contador. El ganadero no le cree y le dice:
Mire amigo si en verdad es tan bueno en unos momentos vamos a pasar por mi rancho y si me dice cuantas cabezas de ganado tengo le doy 1.000.000 de dólares, y el contador acepta. Ya estaban sobrevolando el rancho y el contador le dice al ganadero:
Hay 5.000 reses en su ganado. El ganadero se queda asombrado:
Es verdad, y dígame amigo como le hizo.
A lo que el contador le responde:
¡Muy fácil conté los cuernos y los dividí entre dos!
Los chistes son una forma popular de entretenimiento que típicamente consta de una anécdota o historia cómica con un final sorpresivo y gracioso. Existen muchos géneros de chistes, como los chistes de niños, los chistes de adultos, entre otros. El propósito principal de los chistes es provocar risa, normalmente atravesando conceptos o situaciones comunes en la vida de una manera humorística y a menudo irónica. La habilidad de contar chistes y hacer reír a las personas es una gran forma de romper el hielo y de conectar con los demás.
Contar chistes de contador es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.