Chistes de Gentil

Estos son los 9 chistes de gentil y más graciosos bromas sobre gentil que matan de risa. Lea chistes acerca gentil que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de gentil para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre gentil para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Había una vez una pareja bailando en una fiesta, cuando de repente a la mujer se le escapa un peito. Muerta de vergüenza le dice al caballero:
    ¡Perdóneme gentil hombre, pero que esto quede entre nosotros!
    Pero el hombre agitando las manos dijo:
    ¡NO, QUE CIRCULE, QUE CIRCULE!
  2. Dos ingenieros iban en un vuelo a Seattle. Uno de ellos se sentó junto a la ventana y el otro en el asiento del medio. Al momento de despegar, un abogado se sentó en el asiento del pasillo, junto a los dos ingenieros. El abogado se quitó los zapatos y se disponía a dormir cuando el ingeniero de la ventana dijo:
    Creo que voy a levantarme por una Coca.
    No hay problema, yo se la traigo, dijo el abogado.
    En cuanto fue por el refresco, uno de los ingenieros tomó uno de los zapatos del abogado y escupió dentro. Cuando volvió con la gaseosa, el otro ingeniero dijo:
    Ya se me antojó. Yo también voy a ir por una.
    Nuevamente el abogado se levantó gentilmente por otra Coca; en cuanto se fue el otro ingeniero tomó el segundo zapato del abogado y escupió dentro de él. El abogado regresó y todos se sentaron por un buen rato sin hablar en tanto los ingenieros bebían con gusto sus cocas.
    Cuando el avión estaba aterrizando, el abogado se puso los zapatos y descubrió lo que había pasado. Entonces se puso muy serio y dijo:
    ¿Hasta cuando va a seguir esto? ¿Este celo entre nuestras profesiones? ¿Este odio? ¿Esta animosidad? ¿Este escupir en los zapatos y orinar dentro de las Coca-Colas?
  3. En un autobús repleto de viejecitos, en una gira especial a Lourdes para
    gente de tercera edad, una viejecita le toca el hombro al chofer y le brinda
    un buen puñado de cacahuates (maní) sin cáscara.
    El chofer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado.
    Cinco minutos después, la abuelita repite, el chofer vuelve a agradecerle el
    gesto y se come los cacahuates.
    Cinco minutos mas tarde, la anciana viene con otro puñado.
    El chofer ya no puede comer más y le pregunta:
    - Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuates, pero
    ¿usted no cree que, a lo mejor, sus cuarenta amigos y amigas querrían
    también unos pocos?
    - ¡ No se preocupe joven!, no tenemos dientes para masticarlos y sólo
    chupamos el chocolate que los recubre!
  4. Un empresario vuelve de su oficina en la tarde y -en medio de un gran aguacero- ve a una bella mujer en la parada de colectivos, por lo que detiene su automóvil:
    - Llueve a cántaros .... ¿La llevo ?
    - Ah, bueno, gracias, responde ella entrando al auto.
    Llegando al edificio donde ella vive, lo invita a entrar:
    - ¿No quiere Ud. tomarse un cafecito, un whisky, o alguna cosita que le invite, con este frío?
    - No gracias, debo llegar temprano a casa .
    - Pero... ha sido usted tan gentil y amable, suba siquiera un ratito.
    Él sube ante la petición de la dama, cuando entran, ella le sirve un buen coñac y luego va a su dormitorio, del que retorna arreglada y perfumada, dejando entrever un cuerpo bellísimo bajo una sugestiva bata de seda.
    Beben algunos tragos, oyen música, charlan, ríen, entran en confianza, y como debía pasar se van a la cama, tienen s**... con especial entrega, y luego se duermen.
    A las 6 de la mañana del día siguiente, él despierta preocupadísimo:
    - Pucha madre, que bestia, me quedé dormido ... ¿Ahora qué hago?
    Medita, toma el teléfono, marca el número de su casa y tan pronto le responde su mujer, grita:
    - ¡Marcela, no pagues el rescate!... ¡logré escapar!
  5. Un joven trabajaba en la sección verdulería de un supermercado.
    Llega un señor de traje y le pide media lechuga.
    El joven le pide que espere un poco que tiene que consultar al jefe porque nunca habían vendido media lechuga.
    Llegado a la oficinita del fondo donde estaba el jefe, le dice:
    - " Jefe, ahí afuera hay un huevón que me pide "media" lechuga....!!"-
    Estaba apenas terminando de decir esto cuando se dio cuenta que el mismo tipo estaba detrás de él.
    Pero rápido de reflejos, el joven continua: ...
    - "... y aquí, este caballero tan gentil ofrece comprar la otra mitad..."-
    (señalando al cliente vestido con un buen traje).
    El jefe consintió la operación.
    El chico despacho la media lechuga y el jefe lo llama a la oficina de vuelta:
    - " Me di cuenta que casi metes las patas, hace un rato, pero saliste muy bien
    pensando realmente rápido y eso nos gusta acá. Por ese camino llegaras lejos."
    - " Dime muchacho, de donde eres?"
    - " De Brasil"
    - " Ah, si?. Y porque te viniste para acá?"
    - " No me gustaba mucho allá. En Brasil hay solamente putas y jugadores de fútbol".
    - " Mira tu!! ... Mi esposa es brasileña"
    - " No me diga... Y en que equipo jugaba...???!!!!!!!!
  6. Un hombre ya maduro contrató una secretaria. Era una mujer joven, ingeniosa, gentil y, sobre todo, muy hermosa.
    Un día, mientras tomaba dictado, notó que su jefe tenía la bragueta abierta.
    Terminó el dictado y se dispuso a salir de la oficina cuando, antes de cerrar la puerta, dijo:
    - Por cierto, señor, la puerta de su cuartel está abierta.
    El hombre no entendió el comentario; no obstante, al poco rato se dio cuenta de que el cierre de sus pantalones estaba abajo.
    Al hombre le hizo gracia la manera en la que su secretaria se había referido al pequeño incidente y decidió aprovechar la oportunidad para coquetear un poco, por lo que la llamó a su oficina:
    - Dígame, señorita, cuando vio que la puerta de mi cuartel estaba abierta, ¿por casualidad no vio también a un soldado en posición de firme?
    - ¡Oh, no, señor! Lo único que vi fue un veterano de guerra sin fuerzas echado entre dos viejas mochilas de campaña
  7. Autobus del Imserso En un viaje del IMSERSO a Lourdes, una abuelita le toca el hombro al chófer y le brinda un buen puñado de cacahuetes sin cáscara.
    El chófer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado.
    Cinco minutos después, la abuelita repite, el chófer vuelve a agradecerle el gesto y se come los cacahuetes.
    Cinco minutos mas tarde, la anciana viene con otro puñado.
    El chófer ya no puede comer más y le pregunta:
    - Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuetes, pero ¿usted no cree que, a lo mejor, sus cuarenta amigos y amigas querrían también unos pocos?
    - ¡ No se preocupe joven!, no tenemos dientes para masticar los conguitos y sólo podemos chupar el chocolate que los recubre.
  8. Dos abogados y un ingeniero Dos abogados iban en un vuelo a Seattle. Uno de ellos se sentó junto a la ventana y el otro en el asiento de en medio. Al momento de despegar, un ingeniero se sentó en el asiento del pasillo, junto a los dos abogados. El ingeniero se quitó los zapatos y se disponía a dormir cuando el abogado de la ventana dijo:
    - Creo que voy a levantarme por una Coca.
    - No hay problema, yo se la traigo - dijo el ingeniero.
    En cuanto fue por el refresco, uno de los abogados tomó uno de los zapatos del ingeniero y escupió dentro. Cuando volvió con la coca, el otro abogado dijo:
    - Ya se me antojó. Yo también voy a ir por una. Nuevamente el ingeniero se levantó gentilmente por otra Coca; en cuanto se fue el otro abogado tomó el segundo zapato del ingeniero y escupió dentro de él. El ingeniero regresó y todos se sentaron por un buen rato sin hablar. Cuando el avión estaba aterrizando, el ingeniero se puso los zapatos y descubrió lo que había pasado. Entonces se puso muy serio y dijo:
    - ¿Hasta cuando va a seguir esto? ¿Este celo entre nuestras profesiones? ¿Este odio? ¿Esta animosidad? ¿Este escupir en los zapatos y MEAR dentro de las Coca-Colas?
  9. ‎​​El doctor recién graduado es asignado a una zona rural y al cabo de unos meses se da cuenta que no había ninguna mujer en el pueblo y que eran todos hombres. Después de tomar un poco de confianza le preguntó a uno de sus pacientes que hacían ellos cuando tenían necesidad de s**... y el paciente le respondió que iban al río.  Llegó el fin de semana y el doctor se fue al río, en donde se encontró una enorme fila de hombres parados a la orilla.  Al ser tan conocido en el pueblo, los lugareños le ceden el puesto al doctor, hasta que llega a ocupar el primer lugar.  Al mirar adelante el doctor se da cuenta que hay una burra, y piensa : '..¡ Caramba ! ... ¿tener s**... con un animal? Pobre gente ! Y yo no puedo negarme ahora que tan gentilmente me han cedido sus puestos...'  A los quince minutos del doctor estar desnudo y pegado por detrás de la burra, mientras todos los hombres de la fila miraban con respeto como  besaba la burra, le mordía las orejas y sudando le agarraba sus tetillas.. uno de los hombres se le acercó sigilosamente y le preguntó: Doctor ¿le falta mucho?, porque necesitamos la burra para cruzar el río... del otro lado están las Putas! .....=))



chistes de gentil

Contar chistes de gentil es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.