Chistes de Hamburguesa

Estos son los 15 chistes de hamburguesa y más graciosos bromas sobre hamburguesa que matan de risa. Lea chistes acerca hamburguesa que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de hamburguesa para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre hamburguesa para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. Estrella fugaz - ¡Mira Alfonso,una estrella fugaz!¡Pide un deseo!
    - Que te mueras ya,duquesa.
    - ¿Qué has dicho?
    - Que me apetece una hamburguesa.
  2. Le dice un gallego a otro:
    -Menos mal que no tenemos que cazar como hacían los hombres prehistóricos para conseguir comida...
    -¡Si, es cierto! porque no se donde viven las hamburguesas!
  3. - ¿Me da una hamburguesa a la huérfana?
    - ¿Cómo es eso?
    - Sin papas.
  4. Va un hombre a una carnicería y le dice al dependiente:
    -Perdone, me da tres hamburguesas?

    -Si claro.
    -Y si tiene huevos, me pone una docena?
    -Si... Y el hombre llegó a casa con doce hamburguesas...
  5. —Perdí 500 calorías en 2 segundos.
    —¿Y cómo lo hiciste?
    —Se me cayó mi hamburguesa.
  6. - Oiga, ¿de qué son las hamburguesas?
    - Ahí en la pared lo pone.
    - Ah, gracias. Pues póngame una de "reservado el derecho de admisión".
  7. Ayer mi maestro se comió, en la kermes, ¡Treinta hamburguesas y diez refrescos!
    ¡Ah, caray, me gustaría conocer a tu maestro!
    ¡Pues, córrele porque hoy lo entierran!
  8. La rubia en la biblioteca Llega una rubia a una biblioteca, se dirige a la bibliotecaria gritando:
    - Quiero una hamburguesa doble con queso, patatas fritas y cocacola.
    - Shhhh, baja la voz, no te has dado cuenta que esto es una biblioteca
    - Perdoneme -(susurando)- Me pone una hamburguesa doble con queso....
  9. Una pareja de ancianos va a un restaurante de comida rápida, donde con cuidado divide en dos la hamburguesa y las papas fritas. Un camionero siente pena por ellos y se ofrece a comprarle a la esposa su propia comida.
    ?No se preocupe ?dice el anciano?, nosotros compartimos todo.
    Unos minutos después, el camionero se da cuenta de que la esposa no ha probado bocado.
    ?De verdad no me importa comprarle su propia comida ?insiste.
    ?No se preocupe, ella comerá su parte ?le asegura el anciano?. Lo compartimos todo.
    Poco convencido, el camionero le pregunta a la esposa:
    ?¿Por qué no come?
    ?¡Porque estoy esperando a que mi esposo me preste la dentadura!
  10. Era un italiano, un americano y un atlante:
    Eran albañiles y tocan el timbre para la hora de comer y dice el italiano:
    Si me vuelven a mandar pizza de comer, me aviento del último piso.
    Y el americano dice:
    Si me vuelven a mandar hamburguesa de comer, me aviento del último piso.
    Y el atlante dice:
    Si me vuelven a mandar tortilla de papa, me aviento del último piso.
    Y al otro día, al italiano le mandan pizza, y se avienta. Al americano le mandan hamburguesa, y al atlante tortilla de papa, y se avientan, y estaban sus esposas en el funeral y le dice la italiana a la americana y a la esposa del atlante:
    Si hubiera sabido que a mi esposo no le gustaba la pizza le mando otra cosa.
    Y la americana dice:
    Si hubiera sabido que a mi esposo no le gustaba la hamburguesa le mando otra cosa.
    Y la esposa del atlante dice:
    No entiendo a Venancio, si él se preparaba su propia comida.
  11. Síntomas de que uno es borracho:
    -Debe aferrarse al césped para no despegar de la Tierra.

    -El trabajo interfiere con su bebida.
    -Su doctor encuentra rastros de sangre en su torrente alcohólico.
    -24 horas en un día, 24 cervezas en la nevera, ¿coincidencia?
    -Dos manos y sólo una boca, ese es el problema de la bebida.
    -Puede enfocar mejor con un ojo cerrado.
    -La playa de estacionamiento parece haberse mudado mientras usted estaba en el bar.
    -Cada mujer que conoce tiene una hermana gemela.
    -Si sigue preguntándole a su esposa "¿dónde están los chicos?", aún cuando ella lo dejó hace meses y mirando a la nevera.
    -Acostado en el piso, te caes.
    -¡Epa!, 5 cervezas tienen tantas calorías como una hamburguesa, ¡Al diablo con la cena!
    -La cerveza ya no es sólo para el desayuno.
    -Cada día que pasa le cuesta más al vaso encontrar tu boca.
    -Las decisiones del gobierno comienzan a tener sentido.
    -Hace 2 horas que el mosquito que te picó intenta volar sin poder dejar de chocarse contra las paredes.
    -Tu único problema con la bebida, es no tener un trago en este momento.
    -Te despiertas en tu cama, y tu ropa interior en la puerta de calle.
    -Estuviste toda una noche pensando en qué, pensabas.
    -Cada noche que pasa comienzas a encontrar más atractivo al gato del vecino.
    -Si en una dieta recorta las calorías de sus alimentos para permitir mayor calorías de alcohol.
    -La botella está vacía, ese es el problema aquí.
    -Se despierta desnudo en el último asiento de algún ómnibus.
    -¡Los malditos elefantes rosas me siguieron a casa otra vez!
    -El whisky ya no surte efecto.
    -Te encuentras a bordo de un barco llegando a África, y lo último que recuerdas es a ti tomando unas cervezas en el bar de la vuelta.
    -¿Por qué todos piensan que tengo un problema con la bebida?
    -No puedes recordar cómo es tu familia, o si tienes familia.
    -Te despiertas solo en tu cama y te preguntas "¿Por qué Pamela Anderson se habrá ido sin despedirse?".
  12. Compartirlo todo Una pareja de ancianos va a un restaurante de comida rápida. Con cuidado dividen en dos la hamburguesa y las patatas fritas que han pedido. Un camionero que los ve siente pena por ellos y se ofrece a comprarle a la esposa su propia comida.
    - No se preocupe, dice el anciano, nosotros lo compartimos todo.
    Unos minutos después, el camionero se da cuenta de que la esposa no ha probado bocado.
    - De verdad no me importa comprarle la comida a su esposa, insiste el camionero.
    - No se preocupe, ella comerá su parte, le asegura el anciano. Lo compartimos todo.
    Poco convencido, el camionero le pregunta a la esposa:
    - ¿Por qué no come?
    - ¡Porque estoy esperando a que mi esposo me preste la dentadura!
  13. Una pareja de ancianos entró en un restaurante una noche de invierno.
    Buscaron una mesa libre entre todos los jóvenes que estaban allí cenando esa noche.
    El anciano se acercó a la caja, pidió su comida y seguidamente la pagó. El anciano desenvolvió la hamburguesa y cuidadosamente la partió por la mitad.
    Puso una mitad junto a su esposa, luego con mucho cuidado contó todas las papitas fritas dividiéndolas en dos montones iguales, uno para él y otro para su esposa. Igualmente, metió dos pajitas dentro del refresco y lo puso entre él y su esposa..
    Cuando el anciano empezó a comer su mísera media hamburguesa, la gente de alrededor se les quedó mirando con compasión.
    Un joven se les acercó y educadamente les dijo que les compraría otra ración de comida.
    Él anciano, respondió, que no se molestara, que estaba bien así, que estaban acostumbrados a compartirlo todo entre ambos.
    La gente de alrededor, se dio cuenta de que la anciana no había probado bocado.
    Solo miraba como comía su marido y de vez en cuando, cuando era su turno, bebía un poquito del refresco.
    El joven se acercó otra vez y les suplicó que por favor dejara que les invitara algo para comer.
    Esta vez fue la anciana la que le explicó que no, que ellos estaban acostumbrados a compartir siempre todo juntos.
    Cuando el anciano terminó de comer su parte y se limpiaba con la servilleta delicadamente, el joven que ya no podía continuar viendo esa situación, volvió por tercera vez a intentar invitarles algo de comer.
    Después de que la pareja de ancianos, rechazara otra vez la invitación, el joven le preguntó a la anciana:
    ¿Y usted, que es lo que está esperando que no ha probado su comida?.
    Y La anciana contestó:
    ¡LOS DIENTES, COPUCHENTO !
  14. Qué edad aparento Un tipo de 47 años muy preocupado por parecer joven decide hacerse un estiramiento de cara. Una vez hecha la cirugía, el tipo sale muy contento de la clínica con su cara nueva. Se detiene en un puesto de diarios compra uno y le pregunta al vendedor: "Dígame amigo, quisiera que me conteste una pregunta: ¿Cuántos años cree que tengo?"
    El quiosquero le dice: "No sé... unos 32".
    Contento de la vida, el tipo le dice: "En realidad tengo 47 años".
    Luego este buen señor entra a un McDonalds, pide una hamburguesa y le pregunta lo mismo al cajero.
    El cajero le dice: "Yo le calculo unos 29 años".
    El hombre, cada vez más contento, le dice: "No, tengo 47".
    Luego toma el autobús para volver a su casa, y se sienta al lado de una anciana.
    Una vez más, el tipo hace la pregunta: "Discúlpeme, señora, ¿cuántos años piensa usted que tengo?"
    La viejita lo miró pensativa con su cara llena de arrugas, y le contestó: "Mire, hijito, yo ya tengo 85 años y no veo bien. Sin embargo, cuando era joven yo tenía un método para adivinar la edad de los hombres; les metía la mano en los calzoncillos y les decía la edad correcta".
    El hombre dudó un poco, pero viendo que no había nadie en el autobús pensó: "Bueno, probemos, total...", y acto seguido le dice a la viejita que comience con su tarea.La viejita le mete la mano y le manosea los testículos al tipo. Al cabo de diez minutos exactos, la señora dice: "Usted tiene 47 años".
    El tipo, asombradísimo exclama: "Pero esto es increíble, ¿dígame... cómo lo hace?"
    Y la anciana le contesta: "Je, je, je,... Es que yo estaba detrás suyo en la cola del McDonalds...".
  15. En un edificio de 20 pisos en construcción tres trabajadores, Pedro, Juan y un atlante a la hora de la comida se reunen los tres, y Pedro dice:
    ¡Oh!, si mi esposa me preparó nuevamente hamburgesa y papas yo me voy a suicidar.
    Entonces, el tipo abre la lonchera, encuentra hamburguesa y papas y se lanza al vacío.
    Después Juan dice:
    ¡Mamma mía!, si mi esposa me preparó spaghetti y fabada otra vez, ¡Yo me mato!
    Entonces, el tipo abre su lonchera y encuentra fabada y spaghetti y decide lanzarse al vacío.
    Por último el atlante dice:
    ¡Que si mi esposa me preparó caldo atlante y paella juro por la gloria de mi madre que me mato!
    Acto seguido, ve en su lonchera y encuentra lo dicho y se mata.
    Después de lo ocurrido se encuentran las tres esposas reunidas llorando y la de Pedro dice:
    ¡Fue mi culpa!, él estaba harto de hamburguesa y siempre le daba eso, yo lo maté.
    La señora de Juan dice:
    ¡Si no le hubiera dado siempre lo mismo de comer, ahorita él estaría vivo! ¡Fue mi culpa!
    Y la esposa atlante dice:
    ¡Hombre! ¡Y yo que les puedo decir, si mi marido se preparaba el mismo su comida!



chistes de hamburguesa

Contar chistes de hamburguesa es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.