Chistes de Oculista
Estos son los 15 chistes de oculista y más graciosos bromas sobre oculista que matan de risa. Lea chistes acerca oculista que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de oculista para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre oculista para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- El dentista después del tratamiento le dice con timidez al paciente:
- Perdóneme por Dios, pero le he quitado a usted el diente sano. Ahora tengo que quitar también el enfermo...
El paciente responde tranquilamente:
- ¡Bueno doctor, que suerte que usted no es el oculista! - ¿De cerca o de lejos? Un campesino va a la capital para comprarse unas gafas y cuando llega a la óptica le pregunta el oculista:
- Para qué las quiere caballero, ¿para cerca o para lejos?
- No! No muy lejos... para aquí por la provincia... - Gafas, urgentemente - Doctor, creo que necesito gafas.
- Estoy de acuerdo, pero no puedo ayudarle: esto es un banco. - Un tipo va a una óptica y le dice al oculista:
Oiga doctor, necesito unos lentes, no veo bien.
El oculista le pregunta:
¿Para ver de lejos o cerca?
El tipo le contesta:
Para ver de lejos, porque no vivo aquí en la capital, vivo muy al sur. - Un viejito va al oculista, y le dan unos anteojos, y dice el viejito al oculista:
¿Está seguro que con estos anteojos voy a poder leer bien?
Y le dice el oculista:
¡Sí!
A lo que el viejito responde:
¡Que bueno, porque yo no sé leer! - Un viejito que esta donde el oculista le pregunta al doctor:
¿Está seguro doctor que con estos anteojos podré leer bien?
Y el doctor le contesta:
Sí señor, así es.
Y luego agrega el señor:
¡Que bueno, porque yo no sé leer! - Un viejito que esta donde el oculista le pregunta al doctor:
- ¿Está seguro doctor que con estos anteojos podré leer bien?
Y el doctor le contesta:
- Sí señor, así es. - La graduación - Papá, papá ¿vendrás a mi graduación?
- No, hijo. Cuando llegues a casa ya me enseñarás tus gafas nuevas. - Las letras... Va uno al oculista y le dice:
- Doctor, se me juntan las letras.
- Pues páguelas, hombre, páguelas. - ¿Por qué Jaimito va de traje al oculista?
Porque va a la graduación de sus lentes. - Expone con quien deambulas y tu idiosincrasia auguraré.
(Dime con quién andas y te diré, quién eres)
Espécimen avícola en cavidad metacarpiana, supera a congéneres revoloteando en centenar.
(Más vale un pájaro en la mano, que cien volando)
Ausencia de percepción ocular, insensibiliza al órgano cardiaco.
(Ojos que no ven, corazón que no siente)
Equino objeto de dádiva, no amerita auscultación odontóloga.
(A caballo regalado, no se le miran los dientes)
Quien a ubérrima flora leñosa se adosa, optima umbría le entolda.
(El que a buen a árbol se arrima, buena sombra le cobija)
El globo ocular del prefecto, obeso a los bovinos torna.
(El ojo del amo, engorda el ganado)
A adversa perturbación meteorológica, extiende una faz jocunda.
(A mal tiempo, buena cara)
Infusión que no ingieras, permítele que por su cauce discurra.
(Agua que no has de beber, déjala correr)
Alberga aves paseriformes, y arriesga pérdida de los órganos oftálmicos.
(Cría cuervos y te sacaran los ojos)
No existe infortunio que por sinecura no se transe.
(No hay mal que por bien no venga) - Llega un hombre donde el oculista porque se le acaba de meter algo en el ojo y le dice al doctor:
Oiga doctor, me ha entrado un cuerpo extraño al ojo y me molesta mucho.
El doctor le dice:
Espere un momento por favor, ahora mismo lo atiendo.
Pasan unos minutos y la secretaria va a la sala de espera y dice:
Por favor que entre la persona del cuerpo extraño.
En ese momento salta un jorobado muy molesto y dice:
Oiga, podrían llamar por el nombre. - La maestra en el salón de clases le dice a sus alumnos:
A ver niños, díganme qué parte de mi cuerpo les gusta más, y yo les voy a adivinar qué es lo que van a ser cuando sean grandes.
A ver Juanito, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Su pelo, maestra.
La maestra le responde, entonces tú vas a ser peluquero cuando seas grande.
A ver Luisito, a ti, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Sus ojos, maestra.
¡Ahh!, entonces tú vas a ser oculista Luisito.
A ver Diego, ¿y a ti?
A mí me gustan sus dientes, maestra.
Muy bien, entonces tú serás dentista cuando seas grande Diego.
A ver Pepito, ahora dime tú lo que más te gusta de mí.
Yo para qué le digo maestra, acabo de descubrir que quiero ser lechero. - Refranes para la gente culta:
Expone con quien deambulas y tu idiosincrasia auguraré.
(Dime con quién andas y te diré, quién eres)
Espécimen avícola en cavidad metacarpia, supera a congéneres revoloteando en
centenar.
(Más vale un pájaro en la mano, que cien volando)
Ausencia de percepción ocular, insensibiliza al órgano cardial.
(Ojos que no ven, corazón que no siente)
Equino objeto de dádiva, no amerita auscultación odontóloga.
(A caballo regalado, no se le miran los dientes)
Quien a ubérrima flora leñosa se adosa, optima umbría le entolda.
(El que a buen a árbol se arrima, buena sombra le cobija)
El globo ocular del prefecto, obeso a los bovinos torna.
(El ojo del amo, engorda el ganado)
A adversa perturbación meteorológica, extiende una faz jocunda.
(A mal tiempo, buena cara)
Infusión que no ingieras, permítele que por su cauce discurra.
(Agua que no has de beber, déjala correr)
Alberga aves paseriformes, y arriesga pérdida de los órganos oftálmicos.
(Cría cuervos y te sacaran los ojos)
No existe infortunio que por sinecura no se transe.
(No hay mal que por bien no venga) - la maestra de pepito dice niños que les gusta mas de mi?
juanito dice:sus ojos
la maestra responde:tu vas a ser oculista
le pregunta a marcos que te gusta mas de mi?
marcos dice: su pelo
la maestra responde: tu vas a ser peluquero y pasa con pepito la maestra dice: que te gusta mas de mi pepito y dice pepito: pos para que le digo, no quiero ser lechero!
Contar chistes de oculista es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.