Chistes de Pastelería
Estos son los 7 chistes de pastelería y más graciosos bromas sobre pastelería que matan de risa. Lea chistes acerca pastelería que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de pastelería para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre pastelería para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- En que se parece el techo de una pasteleria al ombligo de una mujer? En que abajo esta lo bueno.
- Era un hombre, tan, pero tan petizo, que pasó por enfrente de una pastelería, se le hizo agua la boca, y se ahogó.
- Era un hombre tan pequeño, tan pequeño, tan pequeño, que pasó por delante de una pastelería, se le hizo la boca agua, y se ahogó.
- Va el julián a una pastelería a comprar turrón del bueno y dice:
- ¿Me pone una tabletica del de chocolate?
- El de chocolate está blando.
Y dice el hombre, ¿y que dice? - Esta era una pastelería tan sucia que hasta el cabello de ángel tenía caspa.
- - Te voy a poner mirando a Cuenca.
- ¿No puedes ser más dulce?
- Te voy a poner mirando a una pastelería de Cuenca... - Un día un conejito llega a una pastelería y le dice al pastelero:
¿Tiene pastel de zanahoria?
Y el pastelero le dice que no.
Pasan 7 días y regresa y le pregunta lo mismo y le contesta que no, así pasa un mes y un día el pastelero se acuerda y hace el pastel de zanahoria.
y al día siguiente el conejito le pregunta que si tiene pastel de zanahoria
y el pastelero le responde que sí y el conejito le contesta:
¡Guakala!
Contar chistes de pastelería es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.