Chistes de Perla
Estos son los 8 chistes de perla y más graciosos bromas sobre perla que matan de risa. Lea chistes acerca perla que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de perla para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre perla para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Iban 2 borrachitos en un carro y de pronto le dice uno al otro:
- Llévame para aquel barcito "La perla milagrosa".
Entonces, al otro día se levantan en el hospital todos vendados, y aporreados y uno le dice al otro:
- ¡Ahí no decía "La perla milagrosa", sino la "Curva peligrosa"! - Le hicieron el examen de próstata y en medio de ese masaje prostático el tipo le dice:
-yo fui pirata en alta mar
-si? que bueno! y debió encontrar muchas perlas..
-bueno...no tuve tanta suerte...
pasa 1 hora y el tipo dice:pero Dr por que todavía tiene su dedo metido en mi c**...?
-ah es que estoy buscando esmeraldas - Si te va de perlas,¿te haces un collar?
- Los Fernández han ido a visitar a los Domínguez, y al marcharse le dice la mujer al marido:
- Les hemos caído de perlas. ¿Notaste lo serios que estaban cuando llegamos, y la alegría con que nos han despedido? - Un hombre entra en un bar con una boya bajo el brazo y una bolsa de plástico en la mano. Se dirige al camarero y le pide una copa. El camarero curioso le pregunta:
Oiga, ¿Me permite preguntarle que hace con esa boya?
Es que paseando por la playa me encontré esta bolsa de plástico, la abrí y ví una botella, la destapé y salió un genio que me concedió un deseo.
Venga hombre, que ya soy mayorcito para que me tome usted el pelo.
Que si, hombre, mire se lo demostraré.
El hombre saca la botella, la destapa y aparece un genio muy solemne que le dice al camarero:
¡Te concedo un deseo, pide lo que quieras!
El camarero casi sin contener la emoción exclama:
¡Quiero que me des un millón de perlas!
¡Concedido!
Y al instante el bar aparece lleno de velas encendidas.
El camarero atónito exclama:
¿Y para qué c**... quiero yo un millón de velas?
A lo que el visitante contesta:
¿Y para qué quiero yo una boya de 25 centímetros? - A una mujer le diagnostican un cáncer terminal: 2 meses de vida. Decide ir a un pintor para que le haga un retrato y así dejar un bello
recuerdo a su familia.
El día que llega al taller del pintor, se sienta para posar y el pintor la empieza a retratar.
Al cabo de un rato ella le dice:
- Perdón, ¿podría pintarme una diadema de diamantes en la cabeza?
- Sí, señora, por supuesto.
Al cabo de unos minutos:
- Y un collar de perlas en el cuello?
- Por supuesto señora.
Y le va pidiendo que le pinte también una sortija con un rubí, una pulsera de oro macizo, etc.
Al cabo de unas horas el retrato queda acabado. La señora parecía una reina toda llena de joyas.
El pintor le dice:
- Perdone señora, ¿para qué ha querido que le pinte tantas joyas?
- ¡ Para que la que se case mi marido se vuelva loca buscándolas ! - Una señora muy adinerada tenía un gallinero, y junto a las gallinas, un lorito. Un buen día, esta señora que tenía un hermoso collar de perlas cultivadas, va darle de comer a las gallinas, y ya dentro del gallinero, su collar se corta y sus perlas al suelo. Estas no duraron ni un minuto, ya que las gallinas, al confundirlas con granos de maíz, se las tragaron todas.
La señora llama al mayordomo y le dice:
Heriberto, mata todas las gallinas, y a ese loro, quiero recuperar mis perlas.
A lo que el loro asustado replica:
¡Un momento señora, a mí me sacan radiografía! - Venancio regresa de un viaje a Las Vegas, y Pepe le pregunta:
– ¡Eh, Venancio! ¿Cómo te fue en Las Vegas?
– ¡De perlas, Pepe! ¡En Las Vegas es muy fácil ganar! Hay unas tragaperras sensacionales. Fíjate, eché una moneda, y gané; eché otra moneda, y volví a ganar, y que sigo ganando y ganando hasta que me cansé, y ya no quise jugar más.
– ¡Serás bruto, Venancio! ¿Por qué te retiraste cuando ibas ganando?
– ¡Joder, Pepe, que no tenía donde meter tantas Coca-Colas!
Contar chistes de perla es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.