Chistes de Prestigioso
Estos son los 7 chistes de prestigioso y más graciosos bromas sobre prestigioso que matan de risa. Lea chistes acerca prestigioso que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de prestigioso para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre prestigioso para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Un hombre, en el consultorio de un prestigiado psicólogo:
Doctor, durante años he tenido unas horribles obsesiones, y nadie ha podido ayudarme.
¿A quién acudió antes?
Al doctor Gabel.
¡Con razón!, ese tipo es un i**.... Tengo curiosidad de saber qué le aconsejó.
¡Que lo consultara a usted! - Un prestigioso profesor de derecho les explica a su alumnos:
- Recuerden chicos, cuando sean abogados no pueden olvidar que algunos casos se ganan y otros se pierden... pero en todos se cobra. - El Rey y el pronostico del tiempo Había una vez un rey que quería ir a pescar. Llamó al meteorólogo real y preguntó por el pronóstico del tiempo para las próximas horas. El meteorólogo le aseguró que no había ninguna posibilidad de lluvia en los próximos días.
Así que el rey fue a pescar con su esposa, la reina. En el camino se encontró con un granjero que iba en su burro. Al ver al rey, el granjero le dijo:
- Su Majestad, debe regresar al palacio de inmediato porque en poco tiempo una gran cantidad de lluvia caerá en esta zona.
El rey hizo caso omiso confiando en su pronosticador profesional del tiempo. Así que siguió su camino.
Poco tiempo después una lluvia torrencial cayó del cielo. El rey y la reina quedaron totalmente empapados y su séquito se rió al verlos en ese estado tan vergonzoso.
Furioso, el rey regresó al palacio y dio la orden de despedir al profesional. Entonces convocó al granjero y le ofreció el prestigioso y muy bien pagado trabajo de pronosticador real.
Pero el granjero le contestó:
- Su Majestad, no sé nada de previsiones, obtengo mi información de mi a**..., si veo las orejas de mi a**... caer, significa con certeza que lloverá.
Así que el rey contrató al burro. Y así comenzó la práctica de contratar burros para trabajar en el gobierno y ocupar las posiciones más altas e influyentes. - Un señor de muy buena presencia se dirige a un bar y se pide un whisky. El "bartender" se lo sirve, y el señor se lo toma de un solo trago y comienza a realizar una rutina de boxeo (1,2,3,4 1,2,3,4...). Termina de aparentemente ejercitarse y se pide otro whisky, pero esta vez doble. El "bartender" se lo sirve, y el señor nuevamente se lo toma de un trago y comienza a hacer la serie de boxeo (1,2,3,4,1,2,3,4...), el bartender se queda mirándolo y haciéndose el cómico le pregunta: ¿Oiga señor, por qué es que después de cada whisky hace como que esta peleando con el aire?. ¡Es que se va armar una pelea que ni se imagina! noooo, señor este es un bar de prestigio, ¿Cómo se va a armar una pelea? Créame lo que le digo, estoy a acostumbrado a esto! ¿Qué usted adivina el futuro? nooo, es que siempre que tomo vengo sin plata!
- Cuatro jóvenes recién graduados de prestigiosas universidades (MIT, Harvard, Sorbonne y Universidad de Buenos Aires) solicitan empleo en New York, en una gigantesca empresa multinacional. Al cabo de unos días los llaman para hacer entrevista con el Director General.
Al llegar, el Director les indica que deberán responder a una única pregunta que, dependiendo de su respuesta, el candidato podría ser contratado.
El Director les pregunta:
- ¿Cuál es la cosa más rápida del mundo?.
A lo cual, el graduado del MIT contesta:
- El pensamiento.
Y el Director le pregunta:
- ¿Por qué?
El del MIT contesta:
- Porque un pensamiento ocurre casi instantáneamente.
El Director le indica que le encanta y cree que es una excelente respuesta.
Pasa entonces al graduado de Harvard, que contesta:
- Un parpadeo de ojos.
- ¿Y por qué?.
- Porque es tan rápido, que a veces ni sentimos cuando lo hacemos.
El Director se queda encantado.
Luego viene el graduado de Sorbonne y quien responde:
- Señor Director, la electricidad.
Cuando el Director le pregunta por qué, el de Sorbonne le responde:
- Porque cuando llegamos al interruptor de la luz, con un ligero movimiento podemos prender una luz a 5 kilómetros de distancia.
- Excelente, responde el Director.
Cuando le toca el turno al argentino de la UBA, éste responde:
- Señor Director, la diarrea...
El Director, anonadado, le pregunta:
- ¿Qué dice? ¿Usted está bromeando?
A lo que el graduado contesta:
- No, señor, eso mismo, la diarrea. Fíjese que anoche tuve una diarrea tan fuerte que, antes de poder pensar, parpadear o encender la luz, ya me había cagado encima.
El Director determinó:
- El empleo es suyo. - En un prestigioso museo antropológico, el guía se dirige a los turistas:
Bueno, y acá tenemos el esqueleto de un tiranosauro rex que tiene aproximadamente 65 millones de años y 15 días. Un turista sorprendido pregunta:
Señor, ¿Cómo sabe usted la edad con tanta precisión?
Cuando entré a trabajar me dijeron que tenía 65 millones de años, y ya hace 15 días que trabajo aquí. - Todos los días, muy temprano llegaba a su empresa la hormiga productiva y feliz. Allí pasaba sus días, trabajando y tarareando una antigua canción de amor. Ella era productiva y feliz, pero ¡ay!, no era supervisada.
El abejorro gerente general consideró que ello no era posible, así que se creó el puesto de supervisor, para el cual contrataron a un escarabajo con mucha experiencia. La primera preocupación del escarabajo supervisor fue organizar la hora de llegada y de salida y también preparó hermosos informes.
Pronto fue necesario contar con una secretaria para que ayudara a preparar los informes, así que contrataron una arañita que organizó los archivos y se encargó del teléfono. Mientras tanto la hormiga productiva feliz trabajaba y trabajaba.
El abejorro gerente estaba encantado con los informes del escarabajo supervisor, así que pidió cuadros comparativos y gráficos, indicadores de gestión y análisis de tendencias.
Entonces fue necesario contratar una abeja ayudante para el supervisor y fue indispensable un nuevo computador con impresora a color. Pronto la hormiga productiva y feliz dejó de tararear sus melodías y comenzó a quejarse de todo el papeleo que había que hacer ahora. El abejorro gerente, entonces, consideró que era momento de adoptar medidas.
Así crearon el cargo de Gerente del Área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz. El cargo fue para una libélula que alfombró su oficina e hizo adquirir un sillón especial . El nuevo gerente necesitó, claro está, un nuevo computador y, cuando se tiene más de un computador, hay que tener una red local.
El nuevo gerente pronto necesitó un asistente (que había sido su ayudante en la empresa anterior), para que le ayudara a preparar el plan estratégico y el presupuesto para el área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz.
La hormiga ya no tarareaba sus viejas melodías y cada vez se le notaba más irascible. "Vamos a tener que contratar un estudio de clima laboral un día de estos" dijo la libélula. Pero un día el gerente general, al revisar las cifras, se dio cuenta que la unidad de negocios (donde trabajaba la hormiga productiva y feliz) ya no era tan rentable como antes.
Así que contrató al búho, prestigioso consultor, para que hiciera un diagnóstico. El búho estuvo tres meses en la empresa y pronto emitió un sesudo informe:
"Hay demasiada gente en este departamento ..." Así el gerente general siguió el consejo del consultor y ... despidió a la hormiga productiva y feliz.
Moraleja: Si eres hormiga productiva y feliz, instala tu propia empresa.
Contar chistes de prestigioso es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.