Chistes de Casino
Estos son los 7 chistes de casino y más graciosos bromas sobre casino que matan de risa. Lea chistes acerca casino que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de casino para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre casino para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- —¿Tenemos cubierto el casino?
- Hay 10 policías apostados.
—Pues a ver si hay suerte. - El cerdo milagroso - ¿Cómo es que últimamente te va tan bien Pepe?
- Se lo debo a un cerdo que me compré. Fue un poco caro, pero ¡es un genio! Es capaz de ir al casino ¡y ganar! Gracias a eso ya no tengo problemas económicos Además, me ha descubierto en la granja una mina de oro y petróleo. Él mismo se encarga de negociar los contratos. Por si fuera poco, hace un mes se nos quemó la casa y él nos rescató a mí y a mi familia a riesgo de su propia vida.
- ¡Qué impresionante! ¿Puedo verlo, Pepe?
- Sí, claro, es ése: el de las patas de palo.
- ¿Un cerdo con dos patas de palo? ¿Qué le pasó?
- ¡Hombre! Con el cariño que le hemos tomado ¡no creerás que nos lo vamos a comer todo de una vez! - Un Atlante se encuentra en un casino de Las Vegas frente a una máquina de sodas. El Atlante introduce unas monedas, presiona un botón, y recibe una soda. Vuelve a introducir otras monedas, y recibe otra soda. Y vuelve a introducir otras monedas, y recibe otra soda más. Un señor se acerca y le dice:
Señor, ¿Puedo utilizar la máquina, por favor?
A lo que el atlante responde:
¡Aléjese, aléjese! ¿No ve que estoy ganando? - Era una rubia que llega al casino por primera vez y lo primero que ve es una máquina de coca-cola donde un señor pone una moneda de un euro, recoge la lata y se va.
La rubia saca un euro, mete la moneda y recoge otra lata.
Mete otro euro y saca otra. Y así hasta que se forma cola y uno le dice:
- ¡Bueno rubia! ¿Lo dejas ya o que?
- ¿Dejarlo? ¡Pero si estoy ganando! - Un grupo de caníbales expertos en telefonía y redes fue contratado por una gran empresa de Telecomunicaciones.
¡Ahora forman parte de un gran equipo! Dijo el responsable de RR.HH. durante el acto de bienvenida.
Disfrutarán de todos los beneficios de la empresa; por ejemplo, podrán ir al casino a comer algo. Pero por favor, ¡no se coman a los otros empleados!
Cuatro semanas más tarde, el jefe de los caníbales los llamó:
Están trabajando muy duro, estoy muy satisfecho, pero uno de nuestros asistentes administrativos ha desaparecido. ¿Alguno sabe que le ha podido pasar?
Todos los caníbales negaron con la cabeza.
Después que él sale de la oficina, el líder caníbal dijo a los otros caníbales:
¿Quién fue el que se comió al asistente?
Una mano entre el grupo se levantó tímidamente.
¡Tú fuiste! ¡Cuatro semanas comiendo gerentes, y nadie ha notado nada, pero no, tú tenías que comerte un Asistente Administrativo! - En una ocasión cierto tipo de mi barrio participó en una de esas promociones de mercadotecnia, donde el premio era nada más y nada menos que un viaje a las Vegas. El tipo ganó el viaje y de regreso se encuentra un amigo y esta es la conversación:
¡Hola, Pedro! ¿Cómo te fue en el viaje?
Fue maravilloso, hasta conocí un casino enorme, y aunque no me lo creas, quien juega en él, siempre gana.
¿Cómo es eso? ¿Todo jugador gana?
Sí, sí, a mí me pasó, fíjate, en esas máquinas tragamonedas uno inserta la moneda y gana, inserta y gana, inserta y gana.
¡Si tú no me lo cuentas no lo creo!
Claro, lo único es que no sé que voy hacer con tantas gaseosas. - Diario de una mujer que fue a un crucero
Junio 10:
Querido Diario: mi esposo me acaba de informar que pasaremos las vacaciones en un crucero transcontinental. Estoy feliz, ha sido la sorpresa más grande que he recibido en mis 5 años de matrimonio.
Junio 11
Hoy salí de compras y adquirí todo lo necesario para nuestro próximo viaje.
Junio 14
Hoy hable con mi madre y ella se mostró de acuerdo en cuidarme al niño durante mis vacaciones.
Junio 20
Por fin llegó el día del tan anhelado viaje: Al llegar al puerto casi me desmayo de la emoción, es un barco terriblemente grande; según me informaron tiene capacidad para 1.700 personas. Abordamos, conocimos algunas partes interesantes, cenamos en espectacular restaurante y nos retiramos a descansar muy temprano para hacer los planes del siguiente día.
Junio 21
En la mañana me pasee un rato por la borda. Allí conocí al capitán: es un hombre muy elegante y atractivo. En la tarde estuve en la piscina, y allí vi de nuevo al capitán, quien me sonrió muy amablemente.
Junio 22
Estuve jugando tenis con el apuesto capitán, y él aprovecho para invitarme a almorzar en su mesa. Yo no podía declinar aquel honor, así que acepté y la pase de maravilla.
Junio 23
Estuve en el casino y me divertí muchísimo; al salir tuve la suerte de encontrarme con el capitán quien me invitó a cenar a su habitación. Fue una cena de lo mejor, donde no faltó el caviar, ni el champan.
Junio 24
Una vez más cené en la habitación del capitán, y el me propuso que pasara la noche con él. Yo decliné su tentadora invitación, argumentando mi indefectible fidelidad a marido.
Junio 25
Hoy visité un elegante y moderno piano-bar en el barco. allí me encontré con el capitán y departimos muchas copas. Aprovechando la "calentura" que producía el licor, el capitán me propuso nuevamente que pasara la noche con él, decliné su invitación con el mismo argumento, pero me dijo que si no amanecía con él, hundiría el barco con todos los pasajeros y su tripulación... Yo entré en pánico.
Junio 26
Querido Diario: Anoche salve la vida de más de 1.700 personas, ¡Por 3 veces consecutivas...!
Contar chistes de casino es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.