Chistes de Rutina

Estos son los 7 chistes de rutina y más graciosos bromas sobre rutina que matan de risa. Lea chistes acerca rutina que sean buenos chistes para niños y amigos en español.


Chistes de rutina para niños y niñas cortos y graciosos

¿Cuál es un buen chiste sobre rutina para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.

  1. en windows:
    Error: el sistema funciona correctamente,
    se producira un cuelge para seguir la rutina :E
  2. Un señor de muy buena presencia se dirige a un bar y se pide un whisky. El "bartender" se lo sirve, y el señor se lo toma de un solo trago y comienza a realizar una rutina de boxeo (1,2,3,4 1,2,3,4...). Termina de aparentemente ejercitarse y se pide otro whisky, pero esta vez doble. El "bartender" se lo sirve, y el señor nuevamente se lo toma de un trago y comienza a hacer la serie de boxeo (1,2,3,4,1,2,3,4...), el bartender se queda mirándolo y haciéndose el cómico le pregunta: ¿Oiga señor, por qué es que después de cada whisky hace como que esta peleando con el aire?. ¡Es que se va armar una pelea que ni se imagina! noooo, señor este es un bar de prestigio, ¿Cómo se va a armar una pelea? Créame lo que le digo, estoy a acostumbrado a esto! ¿Qué usted adivina el futuro? nooo, es que siempre que tomo vengo sin plata!
  3. Cuando Juan recibió su sueldo, en dinero efectivo, como siempre lo hacía el primer día de cada mes, contó cuidadosamente los billetes, uno a uno, agudizando sus ojos y untando el dedo con saliva para despegar con fuerza los billetes.
    Se sorprendió al percatarse que le habían dado 100 dólares más de lo que correspondía. Miró al contador de reojo para asegurarse que no lo había notado, rápidamente firmó el recibo, se guardó el dinero dentro del bolsillo y salió del sitio con la mayor rapidez y discreción posibles, aguantándose, con esfuerzo, las ganas de saltar de la dicha.
    Todo quedó así.
    El primer día del mes siguiente hizo la fila y extendió la mano para recibir el pago.
    La rutina se repitió y al contar los billetes, notó que faltaban 100 dólares.
    Alzó la cabeza y clavó su mirada y muy serio le dijo al cajero:
    - Señor, disculpe, faltan 100 dólares.
    El cajero respondió:
    - ¿Recuerda que el mes pasado le dimos 100 dólares más y usted no dijo nada?
    - Sí, claro -contestó Juan con seguridad-, es que uno perdona un error, pero dos ya son demasiados.
  4. Un anciano de 90 años llega al médico para su chequeo de rutina. El doctor le pregunta:
    ¿Cómo se siente?
    ¡Nunca estuve mejor!, mi novia tiene 18 años, ahora está embarazada y vamos a tener un hijo.
    El doctor piensa por un momento y dice:
    Permítame contarle una historia:
    Un cazador que nunca se perdía la temporada de caza, salió un día tan apurado de su hogar, que se confundió tomando el paraguas en vez del rifle. Cuando llegó al bosque, se le apareció un gran oso, el cazador levantó el paraguas, le apuntó al oso y disparó. ¿A que no sabe qué pasó?
    No sé, responde el anciano.
    Pues el oso cayó muerto frente a él.
    ¡Imposible!, exclama el anciano, alguien más debe haber disparado.
    ¡Pues claro hombre, a ese punto quería llegar!
  5. La señora Pérez lleva más de un año dando clases de golf, pero avanza poco en sus conocimientos. En una de sus clases el profesor sigue la rutina:
    - Señora Pérez, a ver si con este hierro 7 es capaz de mandar la bola a cien metros.
    La señora Pérez hace el swing de siempre, con el resultado de siempre: palo que se clava en la hierba, chuleta de césped despedida y bola que se mueve apenas medio metro.
    El profesor, algo desesperado, le dice:
    - A ver, señora, le daré un truco que no suele fallar: sujete el palo como si estuviera sujetando la v**... de su marido en erección y luego haga el swing con naturalidad.
    La señora Pérez hace un swing espectacular y manda la bola a 250 metros. El profesor la mira y le dice:
    - Muy bien, señora Pérez. El swing ha sido perfecto, el ritmo magistral y la potencia espectacular. Ahora sáquese el palo de la boca y vamos a intentarlo con las manos...
  6. Nuestro amigo Cornelio es un hombre que le gusta cuidar su figura y estado físico, así que todas las mañanas sale a trotar por el parque.
    Cualquier día, como de costumbre, se levanta a las 5 A.M., toma su ropa deportiva, se coloca sus zapatillas, un gorro de lana para protegerse del frío, y sale a cumplir con su rutina de ejercicios.
    Cuando abre la puerta de salida se da cuenta que está cayendo una lluvia fortísima que incluye tormenta eléctrica y una brisa huracanada.
    Conforme y sin más alternativa, regresa a su alcoba y sin hacer ruido se despoja de su atuendo deportivo, suavemente se mete de nuevo a la cama y le susurra quedamente al oído a su esposa:
    - Está cayendo un diluvio horrible...
    Su esposa adormilada y sin abrir los ojos, lo abraza y le responde:
    - Si amor... y sin embargo el estúpido de mi marido se fue a trotar...
  7. Iba un inspector caminando por los pasillos de un manicomio, acompañado del director, haciendo la inspección de rutina, cuando por la parte de atrás pasa un interno corriendo a toda prisa, haciendo el ruido de una motocicleta.
    El inspector le dice al director:
    ¿Sería usted tan amable de decirle a ese interno, que no haga eso?
    ¿Por qué? Le interroga el director, ¿acaso le molesta el ruido?
    ¡No, me molesta el humo!



chistes de rutina

Contar chistes de rutina es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.