Chistes de Velatorio
Estos son los 13 chistes de velatorio y más graciosos bromas sobre velatorio que matan de risa. Lea chistes acerca velatorio que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de velatorio para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre velatorio para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Antúnez estaba trabajando, cuando su jefe va y le pregunta:
- ¿Oiga, no piensa ir al velatorio de su suegra?.
Y él le contesta:
- No jefe, primero el trabajo, y después la diversión. - - ¿Qué haces con gorra, camiseta de los Lakers y collares de oro? ¡Es el velatorio de tu madre!
- ¿No había que venir de negro? - Se encuentran dos borrachos en una sala velatoria y ven entrar a un viejito de unos 80 años en silla de ruedas, entonces uno le dice al otro:
¿Sabes cómo le dicen al viejo?
¿Cómo?
Película nueva.
¿Por qué?
Proximamente en ésta sala. - Se encuentran dos borrachos en un velatorio y ven entrar a un señor mayor muy viejecito, de unos 80 años.
Entonces uno le dice al otro:
- ¿Sabes cómo le llaman al viejo?
- ¿Cómo?
- Película nueva.
- ¿Por qué?
- Próximamente en esta sala. - En el velatorio, un amigo del difunto se acerca a la viuda rubia y le dice:
-Lo siento señora.
-No gracias, déjelo acostadito nada más. - Un borrachito va al velatorio de un amigo para consolar a su familia, cuando se acerca al féretro una mujer le dice:
A todos nos tocará.
Y el hombre le contesta:
¿Que lo van a repartir? - ¿cual es el colmo de los colmos?.Tirarse un p**... en un velatorio y echarle la culpa al muerto.¬¬
- Lo siento Entra un hombre en un velatorio y le dice a la viuda:
- Lo siento
La viuda le responde:
- No, gracias, mejor déjalo tumbado. - Entierro de un Lepero Se muere un lepero y durante el velatorio se acerca un amigo al hijo y le dice:
-Lo siento.
-No, dejalo acostado, tal como está. - Entra un tio a un velatorio y le dice a la viuda: lo siento y dice la viuda, no dejelo echao
- Tres obreros de la construcción trabajando en un andamio a quince pisos de altura. Uno de ellos dice:
- Muchachos, ya vengo..- voy al baño porque me estoy orinando encima (y entra al edificio por una abertura)
El andamio, entretanto, se cae. Los otros dos mueren en el accidente.
Todos los compañeros y sus mujeres van al velatorio.
Una de las viudas comenta con el que se salvó de milagro y su esposa:
- Una desgracia espantosa. Menos mal que la empresa pagó el sepelio.
(Gesto de comprensión)
- Además, la empresa aplicó el convenio de la casa matriz, de afuera, y sigue pagándome el sueldo, duplicado, como pensión vitalicia...
(Gesto y mirada de la mujer al que se salvó)
- Y se hacen cargo de la deuda hipotecaria de nuestra casa ...
(Mirada de la mujer al que se salvó)
- Y de los gastos de educación de los chicos hasta la universitaria...
La mujer no aguanta más:
- ¡Y el señorito (lo señala) meando! - Lepero bebido Comienza la música y un lepero que estaba un tanto bebido ve una señora elegantemente vestida de negro. Tambaleante, se acerca a ella y le dice:
- Madame, ¿Me concede el placer de este baile?
- No
- ¿Y por qué no?
- Pues por cuatro motivos:
Primero, porque usted está borracho.
Segundo, porque esto es un velatorio.
Tercero, porque el Ave María no se baila.
Y cuarto porque madame será su madre. ¡Yo soy el cura! - Yo le arreglo el problema Llega un borracho a un velatorio con una caja de herramientas, se acerca al cajón y ve a la viuda, que le acomodaba la peluca a cada rato al difunto, se compadece, y le dice:
- Salga un momento y yo le arreglo el problema.
A los 10 minutos llama a los parientes. Se acercan y ven con asombro que no se le movía para nada el peluquín. Se dirigen al hombre y le dice la viuda:
- ¡¡Muchas gracias!! ¿cuánto le debo por este favor?
Y él le contesta:
- No es nada señora, por 4 clavos locos, ¿qué le voy a cobrar?
Contar chistes de velatorio es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.