Chistes de Azotar
Estos son los 7 chistes de azotar y más graciosos bromas sobre azotar que matan de risa. Lea chistes acerca azotar que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de azotar para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre azotar para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Si un pintor pinta en las azoteas,¿es un pintor de altura?
- Una pareja tenía dos niños pequeños, de 8 y 10 años de edad, quienes eran extremadamente traviesos. Siempre estaban metiéndose en problemas y sus padres sabían que si alguna travesura ocurría en su pueblo sus hijos estaban seguramente involucrados.
La mamá de los niños escuchó que el sacerdote del pueblo había tenido mucho éxito disciplinando niños, así que le pidió que hablara con sus hijos. El sacerdote aceptó pero pidió verlos de forma separada, así que la mamá envió primero al niño más pequeño.
El sacerdote era un hombre enorme con una voz muy profunda, sentó al niño frente a él y le preguntó gravemente:
¿Dónde está Dios?
El niño se quedó boquiabierto pero no respondió, sólo se quedó sentado con los ojos pelones.
Así que el sacerdote repitió la pregunta en un tono todavía más grave:
¿Dónde está Dios?
De nuevo el niño no contestó.
Entonces el sacerdote subió de tono su voz, aún más, agitó su dedo frente a la cara del niño, y gritó:
¿Dónde está Dios?
El niño salió gritando del cuarto, corrió hasta su casa y se escondió en el closet, azotando la puerta.
Cuando su hermano lo encontró en el closet le preguntó:
¿Qué pasó?
El hermano pequeño sin aliento le contestó:
¡Ahora si que estamos en graves problemas hermano, han secuestrado a Dios y creen que nosotros lo tenemos! - Entra un hombre en un bar azotando las puertas y pregunta en tono grave y fuerte:
¿Dónde está el gallo?
Y nadie le responde, y replica de nuevo en tono aún más fuerte:
¿Dónde está el gallo?
Y terminando la frase se levanta un hombrón fornido y responde:
¡Aqui estoy!
Y el otro temblando de miedo le dice.
¡Despiértame a las cinco de la mañana por favor! - Un joven va al i**... y se encuentra con el diablo, quien le explica
que las penurias cambian cada mil anos, y que debe ser el quien elija
su primera penuria. Para facilitar la decision, lo lleva a visitar los
calabozos de las penurias:
El primer calabozo muestra a un joven siendo azotado a latigazos. Peroal joven no le gustan los latigazos asi que pide ver el siguiente cuarto.El siguiente cuarto tiene a un hombre de mediana edad torturado con fuego.El muchacho pide inmediatamente ver el siguiente cuarto, en el cual tienea un anciano encadenado a una pared, al cual una despampanante rubia le estahaciendo un servicio bucogenital impresionante.
Feliz y reaccionando inmediatamente se adelanta y dice:
-Yo elijo esta penuria!
El diablo entra al calabozo y golpea en el hombro a la rubia, diciendo:
-Flaca... llego tu relevo! - Un suicida mexicano llega al i**... y es recibido por una diablita que le sirve de guía para hacer un tour por el inmenso y caluroso lugar. Lo primero que le explica es que allí hay un i**... por cada país y empieza a mostrárselos:
-Este es el i**... alemán; Aquí cuando entras te sientan por una hora sobre el fuego producido por una enorme estufa a gas, luego te meten en una pileta de agua helada a 20 grados bajo cero, enseguida te sientan en una silla eléctrica durante dos horas, y finalmente viene el diablo germano y te azota con un látigo durante tres horas.
No, este no me gusta; muéstreme otro -dice el suicida.
-Bien -dice la diabla- Este es el i**... ruso; Aquí cuando entras te sientan por una hora sobre el fuego producido por una enorme estufa a gas, luego te meten en una pileta de agua helada a 20 grados bajo cero, enseguida te sientan en una silla eléctrica durante dos horas, y finalmente viene el....
-¡Oiga! aquí hacen lo mismo que en el otro... -interrumpe el suicida.
-Si -dice la diabla-, La verdad es que en todos los infiernos hacen lo mismo.
-Y si todos los infiernos son iguales, ¿por qué en ese de allá, están haciendo fila para entrar?
-Ah, es que ese es el i**... de un país latinoamericano. Y, aunque esta diseñado para los mismos castigos, no se pueden realizar porque allí nunca hay gas, la energía eléctrica no sirve porque se robaron los cables para vender el cobre, el agua la cortaron por falta de pago, y el diablo que es un burócrata, viene, firma la planilla y se va...! - Un señor va por el campo con su mula y su perro.
La mula, muy cargada, no puede más y se para, hincando las rodillas en tierra, a punto de desplomarse. El hombre, cada vez más molesto e impaciente, comienza a azotar con una vara al pobre animal, hasta que la mula coge y le dice:
- Antonio, ¿así me tratas después de todos estos años en los que te he ayudado fielmente, sin flaquear ni una sola vez hasta hoy, que estoy ya cansada y mayor?
El hombre se asusta y sale corriendo con el perro a su lado. Se detienen casi medio kilómetro más lejos, apoyándose en un árbol mientras intentan recuperar el aliento.
- ¡¡Joder!! -dice el perro-, ¡¡Menudo susto nos ha dado la mula cuando se ha puesto a hablar!! - Todo es culpa de Judas Jesucristo llega con los apóstoles y pregunta:
- ¿Dónde está el pan?
Juan, comiéndoselo rápidamente, responde:
- ¡Se Io ha comido Judas!
Entonces Jesucristo le da unos azotes a Judas.
- ¿Dónde está el vino?
Pedro, bebiendo.
- ¡Ha sido Judas, ha sido Judas!
Y Judas recibe sus azotes.
- Hermanos, uno de ustedes me traicionará esta noche.
Judas sin que nadie le diga nada grita enojado:
- Sí, ¡todo ya, todo ya, todo yo!
Contar chistes de azotar es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.