Chistes de Disgustar
Estos son los 14 chistes de disgustar y más graciosos bromas sobre disgustar que matan de risa. Lea chistes acerca disgustar que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de disgustar para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre disgustar para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- El marido llegó a la casa y encontró a su mujer en los brazos de otro hombre. Colérico, el tipo le dijo a su esposa:
Así quería sorprenderte.
La esposa miró al marido con indiferencia y preguntó:
Si así querías verme, entonces, ¿Quieres decirme por qué te disgustas? - Un día la esposa muy disgustada le dice a su esposo:
Estoy cansada de tu sentido de pertenencia, todo el tiempo andas diciendo: mi casa, mi carro, mi esposa, mi televisor, ¿No habría alguna forma de que cambiaras esa actitud?
El esposo la mira y le dice:
Bueno, está bien, quieres por favor alcanzarme nuestros calzoncillos. - Un matrimonio de 95 años va al abogado para pedir el divorcio. El abogado sorprendido, les pregunta que cómo habían esperado tanto tiempo, y ellos le responden:
¡Es que estabamos esperando a que se murieran los niños para no darles un disgusto! - Va corriendo el marido a la cocina donde se encuentra su esposa, y le dice:
Mi amor, mi amor, hace media hora que tu mamá se cayó de la azotea.
La esposa disgustada le dice:
¿Por qué me avisas a esta hora?
Es que de la risa, recién ahora puedo hablar. - Si tu gusto no gusta del gusto que gusta mi gusto, que disgusto se lleva mi gusto al saber que tu gusto no gusta del gusto que gusta mi gusto.
- Un borrachito ingresa a un bar, y se pide una copa de vino. El camarero se lo niega, diciéndole que no atienden a hombres ebrios.
El borracho sale disgustado por la puerta, pero como era giratoria vuelve a entrar al mismo bar. Nuevamente pide una copa de vino, pero el camarero vuelve a decirle que no sirve a borrachos.
Entonces el borrachín, enojado le dice:
-¿Qué pasa, usted es dueño de todos los bares de esta calle? - Una mujer abre la puerta de su casa y se encuentra con un hombre parado frente a ella que le pregunta:
- ¿Usted tiene c**...?
La mujer disgustada le cierrala puerta en la cara.
A la siguiente mañana vuelve el mismo hombre y le hace la misma pregunta:
- ¿Usted tiene c**...?
Ella le cierra la puerta en la cara nuevamente.
A la hora que llega su esposo, le cuenta lo que está sucediendo en los últimos dos días. El marido le dice a su mujer con una voz amorosa y condecendiente:
- Amorcito, mañana no tengo que trabajar, asi que avisame si aparece nuevamente ese hombre.
A la siguiente mañana otra vez tocan la puerta y ambos corren a abrir, pero el marido se detiene y le susurra a la esposa:
- Amorcito, voy a esconderme detrás de la puerta para escuchar lo que te dice y si es el mismo tipo, quiero que le respondas que si para saber que quiere contigo.
- OK, dice ella.
Abre la puerta y era el mismo tipo que le pregunta:
- ¿Usted tiene c**...?
- ¡Si! – responde ella.
- ¡Excelente! Por favor si no le importa, ¿podría decirle a su marido que deje la de mi mujer y empiece a usar la suya? - GOLONDRINO: Especie de pelotitas que duelen más que el mismísimo diablo. Suelen aparecer debajo del ala (axilas) o, en el peor de los casos en las partes laterales de la caja torácica.
CUERPO DISGUSTADO: La sintomatología va desde calentura hasta dolores en las "coyunturas" pasando por erizamiento de la piel y un especial rechazo al baño con agua fría.
ALFERECIA: Mal general de las mujeres y/o hombres de más de 50 años cuando su cónyugue le deja por otr@ mucho más joven.
MUERTE "REPENTINA": padecimiento insoluble e irrecuperable al cual pueden llevar el YEYO, el PATATÚS y EL SOPONCIO. - Un hombre se despierta súbitamente a las tres de la madrugada, y al sentirse mal, llama a su médico. El galeno llega a su casa y lo examina minuciosamente, haciendo gestos de disgusto.
Por favor, llame a todos sus hijos, a su abogado y a un notario. Le dice.
¿Qué tan mal estoy, doctor? ¿Me voy a morir?
El médico responde:
¡Nada de eso! ¡Lo que pasa es que no quiero ser el único estúpido que despiertan a las tres de la madrugada, por gusto! - El arzobispo manda a un cura de Granada, para que vaya a Sevilla a cubrir una baja de tres semanas en una parroquia sevillana. El cura acepta el puesto, pero muy a disgusto porque odia a muerte a Sevilla y a los sevillanos.
El primer día, empieza su misa con Adan y Eva, con una mala follá que a duras penas podía reprimir:
–Empecemos con el Génesis… Adán, ese hombre casto, virtuoso… del barrio de la Chana de Granada. Y Eva… esa mujer perversa, encarnación del mal… del barrio de la Macarena de Sevilla…!!!
Y así todo el rato, para el asombro e indignación de los feligreses. A la semana siguiente, el cura vuelve a las andadas:
–Continuamos con el Génesis… Abel, ese hombre honrado, trabajador, un dechado de virtudes… del Zaídín, de Granada. Y Caín, hombre depravado, violento, asesino por naturaleza… del barrio de Triana, de Sevilla…!!!
Al acabar la misa, los feligreses salen indignados, y sus quejas acaban llegando a oídos del arzobispo, que llama al cura a su presencia, y le reprende:
–Hombre, esto no puede ser. Entiendo que tienes tus recelos contra los sevillanos, pero estás dando misa y no puedes decir lo que quieras. Sólo te queda una semana, así que mantén la templanza.
El cura, a regañadientes, le da la razón. Al día siguiente, en misa, está más cabreado que nunca, y decide pasar directamente a la Última Cena:
–Y Jesús le dice a los apóstoles: «En verdad os digo, que uno de vosotros me traicionará». Todos ellos, sorprendidos, van preguntando, primero Pedro: «¿Seré yo, maestro?», luego Juan: ¿Seré yo, mi señor», y así hasta llegar al miserable Judas Iscariote, que dice… «¿Seré yo, mi arma????» - Un hombre muy devoto de los santos estaba en su piso que desgraciadamente estaba en llamas, a esto llegó la policía, los bomberos y las ambulancias.
Todos intentaron convencerle para que bajara pero él no estaba dispuesto.
San Pedro y los ángeles me ayudarán.
Al final el hombre muere y sube al cielo donde San Pedro lo recibe en la puerta:
San Pedro le da la bienvenida pero él está disgustado.
¿Por qué no me mandaste a nadie para que me salvará?
A esto San Pedro le contesta:
¿Que no te envié a nadie? Envié a los policías, los bomberos y las ambulancias, ¡estos mortales...! - – El joven y apasionado marido hacía objeto a su mujercita de continuas muestras de amor.
– Cansada ella de las asiduas demandas de su esposo, le dijo un día:
– Deberías tener la fuerza de voluntad del compadre Sabatino.
Él dejó de beber, también tú deberías dejar de pensar sólo en el s**....
– El muchacho se disgustó bastante.
Le dijo a la muchacha que para demostrarle que él también tenía fuerza de voluntad, ya no la molestaría más.
Y para cumplir lo dicho se fue a dormir en la otra recámara.
– Pasó un día. Pasaron dos. Pasó una semana.
– A los diez días, la mujercita llamó tímidamente a la puerta de la recámara donde dormía su marido y le dijo con humildosa voz:
– “Jesús: El compadre Sabatino ya volvió a tomar”. - Este era un día en que el señor presidente paseaba por la calle, cuando escucha una voz que dice:
¡Que se muera el presidente!
Este mira desconcertado para todos lados y cuando ve un loro en la ventana de una casa decide tocar la puerta de ésta, al abrir la dueña de la vivienda, el presidente disgustado le dice que él pasará mañana y el loro no deberá decir eso.
La señora preocupada, fue a casa del sacerdote y éste canjea con ella el loro, la señora se lleva el loro del sacerdote y el sacerdote se queda con el loro de ella. Al día siguiente pasa el presidente y observa que el loro no dice nada, éste enojado le dice al loro:
¿No vas a decir que se muera el presidente?
Y el loro contesta:
¡Que Dios te oiga hijo mío, que Dios te oiga! - Un hombre llega a hacer el censo nacional a una casa y al tocar la puerta le abre un gay. Como no se siente muy a gusto con los homosexuales, le pregunta si esta su papá.
El gay, después de notar la reacción del hombre del censo sobre su orientación sexual, le responde diciendo:
- Te jodiste porque él también es gay.
- ¿Y tu hermano?
- Ese es el más m**... de la casa.
Un tanto disgustado, el hombre del censo pregunta:
- ¿Y es que en esta casa ha nadie le gusta las mujeres...?
Y el gay le responde:
- Sí, a mi hermana y a mi mamá.
Contar chistes de disgustar es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.