Chistes de Exceso Velocidad
Estos son los 7 chistes de exceso velocidad y más graciosos bromas sobre exceso velocidad que matan de risa. Lea chistes acerca exceso velocidad que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de exceso velocidad para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre exceso velocidad para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- ¿Cuál es el colmo de un policía?
Denunciar a un huracán por exceso de velocidad. - Un tránsito detuvo a una señora de edad avanzada, y le dijo:
"¡Señora! iba usted a exceso de velocidad! ¿se dio cuenta?"
La mujer se libró de la multa cuando le contestó:
"Por supuesto! Tengo que llegar antes de que se me olvide a dónde voy!"
Quien ayuda a alguien a reír, lo ayuda a vivir. - La policía tendría que multar al viernes y al sábado por exceso de velocidad.
- Rajoy vuelve de un mitin en Ávila, y ve al lado de la carretera, a un moro que acaba de sufrir un accidente. Está ensangrentado y a punto de morir.
Como Mariano está de buen humor, abre la puerta, pone al accidentado en el asiento trasero del coche, y se pone a 180 km/h para poder llegar al hospital lo más rápido posible.
Sin embargo, un guardia civil le persigue y le para.
Dirigiéndose hacia Mariano, echa un vistazo rápido al asiento trasero y dice:
- Señor Rajoy, lo siento pero tengo que multarle por exceso de velocidad y caza furtiva. - Un tipo se encontraba en la avenida principal manejando una velocidad excesiva cuando fue detenido por el policía de tránsito…
- ¿Usted es consciente de la velocidad que iba, cuál es su nombre?"
- Ja ja y me río", responde el hombre.
El policía indignado le contesta:
- Si se vuelve a reír, lo detendré… Por última vez ¿Cuál es su nombre?
Y le dice:
- Ja ja y me río…
El inspector harto del tipo lo detiene y lee la licencia de conducir:
Jaime Río, el tartamudo. - Viajando en su pequeño Volkswagen iba Luis camino a Cuernavaca, ciudad de descanso ubicada en la República Mexicana, cuando el carro le empieza a fallar hasta parar, desesperado Luis baja del coche; cuando ve pasar a su amigo Pepe en veloz Corvette, haciéndole señas, Pepe reconoce a Luis y para; desgraciadamente ninguno sabe un ápice de mecánica por lo que Pepe decidió ofrecer remolcar a Luis hasta el taller más próximo; Luis que conocía el hábito de la velocidad de Pepe se niega rotundamente, pues teme que se le olvide que lleva remolque; Pepe promete que no aumentará la velocidad pero que si lo hiciera lo único que Luis tendría que hacer es tocar la bocina y esto le haría bajar la velocidad. Ya en camino un Ferrari les rebasa y Pepe sin pensar más acelera a fondo, Luis se pega a la bocina sin lograr que Pepe disminuya la velocidad; en eso un policía les ve pasando, viendo que iba a ser imposible darles alcance se comunica con su compañero al final de la carretera diciéndole: Ahí van tres carros con exceso de velocidad; Un Ferrari blanco al que por favor detienes y le aplicas una fuerte multa por exceso de velocidad; al Corvette aparte de la multa le sancionas con cancelación de permiso para conducir, por querer pasar a otro vehíc**... a exceso de velocidad; pero al Volkswagen lo llevas arrestado aparte de multarlo y de cancelarle la licencia pues todavía le va tocando a los otros dos para que lo dejen pasar.
- Este era una vez un hombre que iba por la carretera con exceso de velocidad y lo pilla la policía y le dice:
-Ábrame el maletero-
Y ve un montón de cuchillos y el hombre le dice:
-Es que soy tirador-
Y entonces el policía le dice:
-pues venga demuéstralo-
Entonces este toma a su esposa que la tenia en el coche y la saca y la pone contra un árbol y empezó a tirar los cuchillos y en ese momento pasa por allí un hombre en un coche y se dice a si mismo:
-Uy, sí que sé esta poniendo difícil la prueba del alcohol-
Contar chistes de exceso velocidad es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.