Chistes de Obsesionar
Estos son los 16 chistes de obsesionar y más graciosos bromas sobre obsesionar que matan de risa. Lea chistes acerca obsesionar que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de obsesionar para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre obsesionar para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Mi esposa vive obsesionada por la limpieza. Un día que iba a empezar a trabajar una sirvienta nueva, me despertó y me dijo:
Mi vida, ayúdame a limpiar la casa antes que llegue la sirvienta. - EL OBSESIONADO Un muchacho le dice a su psiquiatra:
-Hice lo que me dijo. Conté hasta treinta para no ver una película de despelote, y nada más acabar de contar, la puse. Creo que estoy obsesionado.
-No ha de ser la cosa para tanto. A ver, cuente hasta treinta.
-XXX. - Esta obsesión de suicidio me está matando.
Errar es humano, pero echarle la culpa al otro es más humano todavía.
Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe.
Yo no sufro de locura, la disfruto a cada minuto. - Se estaba muriendo Franco y estaba rodeado por sus ministros y su mujer. Franco solo decia: ETA AÑA. y los ministro asombrado de su obsesión España y la Eta. A lo que la mujer les dice: lo que está pidiendo en la escopeta y la caña
- Un hombre, en el consultorio de un prestigiado psicólogo:
Doctor, durante años he tenido unas horribles obsesiones, y nadie ha podido ayudarme.
¿A quién acudió antes?
Al doctor Gabel.
¡Con razón!, ese tipo es un i**.... Tengo curiosidad de saber qué le aconsejó.
¡Que lo consultara a usted! - - ¿Desde cuándo tiene usted la obsesión de que es un perro?.
- Desde cachorro, doctor. - Obsesión por el fútbol - ¡Cariño, estás obsesionado con el fútbol y me haces falta!
- Queeeeeé??? Faltaaa? Falta? si ni siquiera te he tocado, vamos.... como puedes decir falta... - ¿A que te refieres? - ¡Estás obsesionado con la comida!
- No sé a qué te refieres croquetamente - Mi novia me ha dejado por mi obsesion al futbol. Es una pena llevábamos ya tres temporadas
- No soy un completo inútil, por lo menos sirvo de mal ejemplo.
Esta obsesión de suicidio me está matando.
No más medios de comunicación, los queremos completos.
Si no eres parte de la solución, eres parte del problema.
Errar es humano, pero echarle la culpa al otro es más humano todavía.
Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe.
Yo no sufro de locura, la disfruto a cada minuto.
Si yo fuera tú me enamoraría de mí.
Es bueno dejar el trago, lo malo es no acordarse dónde.
La vida es como un moco: intragable, dura y a veces no te deja respirar.
Sonríe, yo existo.
El dinero no hace la felicidad, la compra hecha.
Una mujer me arrastró a la bebida, y nunca tuve la cortesía de darle las gracias.
Si tu novia perjudica tu estudio, deja el estudio y perjudica a tu novia.
La inteligencia me persigue pero yo soy más rápido.
Cualquiera se puede equivocar, inclusive yo.
La verdad absoluta no existe, y esto es absolutamente cierto.
Hay un mundo mejor, pero es carísimo.
Ningún tonto se queja de serlo. No les debe ir tan mal.
Estudiar es desconfiar de la inteligencia del compañero de al lado.
La mujer que no tiene suerte con los hombres no sabe la suerte que tiene.
No hay mujer fea solo belleza rara.
No estoy en contra de que haya hombres feos, pero por qué todos viven en esta cuidad.
La pereza es la madre de todos los vicios, y como a la madre hay que respetarla.
Estoy preñado de ideas pero no las puedo parir.
Ahorre energía, no sea caliente.
Las niñas buenas van al cielo y las malas a todas partes.
Si un pájaro te dice que estás loco, debes estarlo pues los pájaros no hablan.
En cada madre hay una suegra en potencia.
Pitágoras inventó los corpiños para que los senos no se escapen por la tangente.
No te tomes la vida en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella.
Felices los que nada esperan porque nunca serán defraudados.
El alcohol mata lentamente, no importa no tengo apuro.
La confusión esta clarísima.
Mátate estudiando y serás un cadáver culto.
El mundo se está quedando sin genios: Einstein se murió, Beethoven se quedó sordo, y a mí me duele la cabeza.
Lo triste no es ir al cementerio sino quedarse.
Hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: "jale y empuje".
Lo importante no es ganar sino hacer perder al otro.
Si quieres una mano que te ayude, la encontraras al final de tu brazo.
Para qué tomar y manejar si puedes fumar y volar.
Vivir en las nubes no es malo, lo malo es bajar. - - ¿Por qué las focas del circo miran siempre hacia arriba?
- Porque es donde están los focos.
- ¡Estás obsesionado con la comida!
- No sé a que te refieres croquetamente.
- ¿Por qué estás hablando con esas zapatillas?
- Porque pone "converse"
- ¿Sabes cómo se queda un mago después de comer?
- Magordito
- Me da un café con leche corto.
- Se me ha roto la máquina, cambio.
- Buenos días, me gustaría alquilar "Batman Forever".
- No es posible, tiene que devolverla tomorrow.
— ¡Camarero! Este filete tiene muchos nervios.
- Normal, es la primera vez que se lo comen.
- ¿Qué le dice un techo a otro?
- Techo de menos.
- Buenos días, quería una camiseta de un personaje inspirador.
- ¿Ghandi?
- No, mediani.
- Hola, ¿está Agustín?
- No, estoy incomodín. - No soy un completo inútil, por lo menos sirvo de mal ejemplo.
Esta obsesión de suicidio me está matando.
No más medios de comunicación, los queremos completos.
Si no eres parte de la solución, eres parte del problema.
Errar es humano, pero echarle la culpa al otro es más humano todavía.
Lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe.
Yo no sufro de locura, la disfruto a cada minuto.
Si yo fuera tú me enamoraría de mí.
Es bueno dejar el trago, lo malo es no acordarse dónde.
La vida es como un moco: intragable, dura y a veces no te deja respirar.
Sonríe, yo existo.
El dinero no hace la felicidad, la compra hecha.
Una mujer me arrastró a la bebida, y nunca tuve la cortesía de darle las gracias.
Si tu novia perjudica tu estudio, deja el estudio y perjudica a tu novia.
La inteligencia me persigue pero yo soy más rápido.
Cualquiera se puede equivocar, inclusive yo.
La verdad absoluta no existe, y esto es absolutamente cierto.
Hay un mundo mejor, pero es carísimo.
Ningún tonto se queja de serlo. No les debe ir tan mal.
Estudiar es desconfiar de la inteligencia del compañero de al lado.
La mujer que no tiene suerte con los hombres no sabe la suerte que tiene.
No hay mujer fea solo belleza rara.
No estoy en contra de que haya hombres feos, pero por qué todos viven en esta cuidad.
La pereza es la madre de todos los vicios, y como a la madre hay que respetarla.
Estoy preñado de ideas pero no las puedo parir.
Ahorre energía, no sea caliente.
Las niñas buenas van al cielo y las malas a todas partes.
Si un pájaro te dice que estás loco, debes estarlo pues los pájaros no hablan.
En cada madre hay una suegra en potencia.
Pitágoras inventó los corpiños para que los senos no se escapen por la tangente.
No te tomes la vida en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella.
Felices los que nada esperan porque nunca serán defraudados.
El alcohol mata lentamente, no importa no tengo apuro.
La confusión esta clarísima.
Mátate estudiando y serás un cadáver culto.
El mundo se está quedando sin genios: Einstein se murió, Beethoven se quedó sordo, y a mí me duele la cabeza.
Lo triste no es ir al cementerio sino quedarse.
Hay dos palabras que te abrirán muchas puertas:
"jale y empuje".
Lo importante no es ganar sino hacer perder al otro.
Si quieres una mano que te ayude, la encontraras al final de tu brazo.
Para qué tomar y manejar si puedes fumar y volar.
Vivir en las nubes no es malo, lo malo es bajar. - Un psiquiatra estaba llevando a cabo una sesión de terapia de un grupo de cuatro jóvenes madres y sus hijos pequeños. Todas ustedes tienen obsesiones, observó.
Para la primera madre, María, dijo: Usted está obsesionado con la comida. Has nombrado a tu hija Candy.
Se volvió a la segunda madre, Ann: Su obsesión es con el dinero. Una vez más, se manifiesta en el nombre de su hijo, Penny.
Se volvió a la tercera mamá, Joyce: Su obsesión es el alcohol. Esto también se manifiesta en el nombre de su hijo, Brandy.
En este punto, la cuarta madre, Kathy, tranquilamente se levantó, tomó a su pequeño de la mano, y le susurró: Vamos, Dick, este tipo no tiene idea de
lo que está hablando. Vamos a recoger a Pedro y Willy de la escuela e ir a comprar pescado para el almuerzo - Relato de lo que ocurrió el día en que el visir se enamoró de los pechos de la reina
Amit era un alto funcionario de la corte del Rey Akbar.
Hacía mucho tiempo estaba obsesionado con el deseo incontrolable de gozar de los voluptuosos pechos de la reina hasta hartarse.
Por supuesto, nunca había podido hacerlo.
Un día reveló su deseo a Birbal, principal consejero y Contador de la Corona, y le pidió que hiciese algo para ayudarlo.
Birbal, después de mucho pensar, acordó, con la condición de que Amit le pagara mil monedas de oro. Amit aceptó el acuerdo.
Al día siguiente Birbal preparó un líquido que causaba picazón y lo derramó en el sutien de la reina mientras ésta tomaba un baño;
Pronto el escozor comenzó y fue aumentando en intensidad, dejando al rey preocupado y a la reina muy molesta.
Se hicieron consultas a los médicos, y ante la falta de respuesta de éstos Birbal dijo que a su entender sólo una saliva especial, aplicada por cuatro horas, curaría el mal. Birbal también dijo que esa saliva tan especial podría ser encontrada en la boca de Amit.
El Rey Akbar se puso muy feliz y llamó a Amit, quien durante las cuatro horas siguientes se cansó de gozar a voluntad los suculentos y deliciosos pechos de la reina, haciendo todo lo que siempre había deseado.
Con su deseo ya plenamente realizado y su libido satisfecha, Amit se negó a pagarle a Birbal lo que habían convenido; además se burló de él y se le rió en la cara.
Sabía que, naturalmente, Birbal nunca podría contar el hecho al rey. Pero Amit había subestimado al Contador de la Corona, hombre de muchos recursos como todos los de su profesión.
Al día siguiente Birbal colocó el mismo líquido en los calzoncillos del rey.
Moraleja: Nunca dejes de pagarle a tu Contador - Hay un tipo que está obsesionado a lanzarse en paracaídas y se decide acudir a una agencia de paracaidismo. Le dice al encargado:
Señor, quiero lanzarme en paracaídas.
Y el encargado le contesta:
Señor, esta agencia está a punto de cerrar por los múltiples accidentes.
Y el tipo le contesta entusiasmado:
No importa, me urge vivir la experiencia aunque sea al último en aventarme.
Al conocer al instructor era demasiado tonto y este le da las indicaciones para que se aviente del avión, y al fin se avienta, pero al jalar el cable se da cuenta que no abre el paracaídas y el tipo asustado ve que un fulano viene en el aire pero de abajo hacia arriba y le alcanza a preguntar:
¿Oye, sabes como se abre un paracaídas?
No, yo no supe ni prender el gas. - Un hombre que trabajaba en una fábrica de enlatados le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión: Introducir su pene en la cortadora de pepinos. Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo.
El marido prometió que lo pensaría, pero todos los días le repetía a su esposa la misma historia, hasta que ella, harta, un día le dijo:
- ¡¡Pues mételo y no me fastidies más!! Es tu problema.
Días después, el marido llegó cabizbajo, pálido y profundamente abatido.
- ¿Qué pasó, querido? - Le preguntó la mujer.
- ¿Te acuerdas de mi obsesión por meter el pene en la cortadora de pepinos?
- ¡Oh, no! - Gritó la mujer- ¡Dime que no lo hiciste!
- ¡Sí, si lo hice, lo hice !
- ¡Oh, por Dios!, Y... ¿Qué pasó ?
- ¡Me despidieron! - Respondió el marido.
- Pero y, que pasó con la cortadora de pepinos ¿te hizo daño ?
- ¡No, no .... También a ella la despidieron.
Contar chistes de obsesionar es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.