Chistes de Trampa
Estos son los 9 chistes de trampa y más graciosos bromas sobre trampa que matan de risa. Lea chistes acerca trampa que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de trampa para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre trampa para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Esta era una carrera en el viejo oeste estaban compitiendo un vaquero y un indio. Arrancan, van muy parejos en toda la carrera y ya en el final, el vaquero se echa un gas y sale como alma que se lo lleva el diablo y gana la carrera. Después llega el indio y le dice todo cansado:
Tú hacer trampa, tú tener motor en el trasero. - Engaño al chofer Llega un niño muy contento a su casa y le dice a su papá:
- ¡Papá, papá, engañé al conductor del autobus!
El papá le responde muy emocionado por la trampa de su hijo y le pregunta:
- ¿Cómo lo has hecho, hijo?
El muchacho le responde:
- Le pagué y no me subí. - Llega un niño muy contento a su casa y le dice a su papá:
¡Papá, papá, engañé al chofer del bus!
El papá le responde muy emocionado por la trampa de su hijo y le pregunta:
¿Cómo, hijo?
El muchacho le responde:
Le pagué y no me subí. - En un campo de golf hay un tío buscando un pelota sin encontrarla, cuando alguien intenta ayudarle, y le pregunta:
- Oiga, ¿y cómo era su pelota?
- Verde.
- Pero hombre, como se le ocurre usar una pelota verde para jugar al golf?
- Es que así resulta muy fácil verla en las trampas de arena... - Una vez un Atlante va a la ciudad y un amigo lo invita al cine, allí dentro ve una escena en una cantina donde al actor principal le dan tremenda paliza, el Atlante queda impresionado por la escena.
Al día siguiente se encuentra con otro amigo y le dice que lo lleve al cine, a ver la misma película. Cuando está por llegar a la escena de la pelea el Atlante le dice al amigo:
¿Te apuesto a que ese tipo no entra en la cantina?
el amigo le dice que es trampa porque él ya vio la película, pero el Atlante insiste tanto que el amigo termina cediendo.
Resulta que al protagonista le dieron la paliza, y el amigo le pregunta que por qué si él ya había visto la película, apostó. El Atlante le responde:
Es que con la paliza que le dieron ayer, no creí que ese i**... se fuera a meter a esa cantina de nuevo. - Einstein muere y se va al cielo. Ahí le recibe San Pedro, que le dice:
- Te pareces a Einstein, pero no tienes ni idea de las trampas que hace la gente para poder ir al cielo. ¿Puedes probar quién eres realmente?
Einstein reflexiona unos segundos y pregunta:
- ¿Puedo conseguir una pizarra y una tiza?
San Pedro chaquea los dedos e instantáneamente aparecen una pizarra y tiza. Einstein empieza a describir con símbolos matemáticos complícadísimos su teoría de la relatividad. San Pedro queda totalmente impresionado.
- ¡Eres realmente Einstein!, ¡bienvenido al cielo!
El siguiente en llegar es Picasso. Una vez más, San Pedro pide las credenciales. Picasso pregunta:
- ¿Te importa si uso esa pizarra y esa tiza?
- Adelante -le responde San Pedro.
Picasso borra las ecuaciones de Einstein y esboza un despampanante mural con unos cuantos trazos rápidos de tiza. San Pedro aplaude:
- Estoy seguro de que eres el gran artista que dices ser. ¡Adelante!
Entonces, San Pedro levanta la vista y ve a George W. Bush. Se rasca la cabeza y dice:
- Einstein y Picasso tuvieron que probar su identidad. ¿Cómo probarías la tuya?
George W. queda algo desconcertado y dice:
- ¿Quiénes son Einstein y Picasso?
San Pedro suspira y dice:
- ¡Bienvenido, George! - Trampas animales Estaban todos los animales de la selva listos para correr en las olimpiadas de los animales. Cuando empieza la cuenta atrás para correr:
- 3, 2, 1, ¡arrancar!
Todos corren, pero a media carrera se fatigan y van quedándose uno a uno. Al final sólo queda la hormiga y el elefante peleando por el primer lugar, cuando de repente se oye un temblor, ¡punnnnnnttt! El elefante había pisado a la hormiga, y todos los habitantes de la selva le empiezan a gritar:
- ¡Asesino, asesino!
Y el elefante responde:
- ¡No, sólo le quería meter el pie para que se cayera! - Satanás en casa Este era un señor muy borracho, que ya se le había hecho costumbre llegar a su casa borrachísimo, su mujer muy enfadada le pone una trampa, se disfraza de satanás y se esconde detrás de un sillón para asustarlo.
El tipo llega, se sienta en el sillón, su mujer sale y empieza a dar de gritos, el sin inmutarse le contesta:
- ¡No me asustas, estoy casado con tu hermana! - En la selva había un trampa, y en ella cayeron atrapados un león y un burro, y el león al ver al burro temblando de susto le dice:
Tranquilo viejo, yo no como burros, a mí me gustan los venados.
Y el burro se tranquiliza, pero pasaban los días y nada de comida. El león con hambre, el burro arrinconado en la trampa le recuerda que no le gusta la carne de burro, y el león contesta:
¡Sí viejo, pero hoy amaneciste con una cara de venado!
Contar chistes de trampa es una parte importantísima de cualquier conversación o reunión social. Los chistes, llenos de humor y diversión, tienen la capacidad de liberar tensiones y crear un ambiente relajado y alegre. Pueden contarse en cualquier situación, siempre y cuando sea apropiado y no ofenda a nadie. Contar chistes puede ser especialmente efectivo para romper el hielo al inicio de un evento social, hacer reír a los demás en medio de una conversación o simplemente alegrar el día de alguien que puede necesitarlo. Sin embargo, es esencial recordar que el sentido del humor puede variar de una persona a otra, y lo que para uno puede ser gracioso, para otro puede no serlo.