Chistes de Catorce
Estos son los 6 chistes de catorce y más graciosos bromas sobre catorce que matan de risa. Lea chistes acerca catorce que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de catorce para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre catorce para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Con cuántas has estado - ¿Con cuántas mujeres has estado antes de que nos conociéramos?
- Las suficientes, eso no es importante mi amor.
- ¿Cuántas, querido?
- Es que no quiero disgustarte.... Bueno, déjame que cuente; una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, tú, nueve,
diez, once, doce, trece, catorce, quince... - Un matrimonio que se quiere separar le pregunta a la hija de unos catorce años:
¿Con quién te quieres ir con papá o con mamá?
Y la hija pregunta:
¿Quién se queda con el coche? - - Oye, ¿tú fumas entre polvo y polvo?.
- ¡Ya lo creo!. Trece o catorce cartones. - A Jaimito le van a preguntar la tabla de multiplicar, así que decide hacer un torpedo y coserlo en el cuello de la camiseta. Llega a la clase y la profesora le pregunta:
A ver, Jaimito, dime la tabla del siete.
Mirándose el cuello de la camiseta con cierto disimulo, Jaimito responde:
Si, señorita, siete por uno es siete, siete por dos son catorce, cien por cien es algodón... - Cierto general, presumiendo de la inteligencia de sus soldados, le dice a un marino.
Te voy a demostrar que mis soldados son muy inteligentes. Y llama a un soldado:
Soldado, dígame, ¿cuánto es ocho más siete?
El soldado contesta rápidamente:
Quince, mi general.
Y el general orgullosamente felicita al soldado y le dice:
¡Bravo soldado! ¡Te pasaste!
Y el soldado rápidamente contesta:
¡Entonces, catorce mi general! - Una chica bellísima va caminando por la calle, cuando se le acerca un tipo y le dice:
- ¿Te acostarías conmigo por un millón de dólares?
- ¡¿Por un millón de dólares!? Bueno... este... me toma por sorpresa... Pero ¡sí, sí! Me acostaría con usted por un millón de dólares; tendríamos que acordar cómo, dónde, cuándo...
- Pará, pará. Ahora te pregunto: ¿te acostarías conmigo por catorce pesos?
- ¡Pero vos estás loco! ¡Qué te pasa! ¿Catorce pesos? ¿Quién te creés que sos? ¿Por qué clase de mujer me tomaste?
- Mirá: qué clase de mujer sos ya quedó establecido con la primera pregunta; ahora estamos regateando el precio...