Chistes de Setenta
Estos son los 6 chistes de setenta y más graciosos bromas sobre setenta que matan de risa. Lea chistes acerca setenta que sean buenos chistes para niños y amigos en español.
Chistes de setenta para niños y niñas cortos y graciosos
¿Cuál es un buen chiste sobre setenta para hacer reír a la gente? Mira esta lista de historias divertidas que seguramente harán sonreír a todos.
- Un día al regresar de la oficina, mi hijo me aborda:
Papi, papi, esta tarde te vinieron a buscar como mil cobradores.
¡Te he dicho más de un millón quinientas setenta y nueve mil veces, que no seas, tan exagerado!
Días después me esperaba en la sala:
Papi, papi, ¿Tú estás a favor del desarme?
Claro, mijo.
¡Ah, es que, desarmé el computador! - Una paciente de setenta años le pregunta al doctor:
Oiga doctor, cuando subo la pendiente para llegar a mi casa me fatigo muchísimo, ¿Qué me aconseja tomar?
Y el médico le responde:
Un taxi, señora. - Historia familiar con moraleja
Un profesor les pide a sus pupilos que pregunten en casa alguna historia familiar que tenga una moraleja para contarla a todos al siguiente día en clase.
Al día siguiente:
Pedro cuenta su historia ante todo el salón:
Mi padre es un agricultor y tenemos pollos. Un día cargamos una gran cantidad de huevos en el mercado en una solo cesta y la pusimos en el asiento delantero de la camioneta. Cuando llegamos a un gran bache en el camino; la canasta cayó del asiento y todos los huevos se rompieron. La moraleja de la historia no es poner todos los huevos en una sola canasta.
Muy bien, dijo el maestro.
A continuación le toca el turno a Rafael para contar su historia:
Mi padre me contó esta historia acerca de mi tía Ely
La tía Ely era un ingeniera de vuelo en la guerra y su avión fue golpeado.
Tenía que atacar sobre territorio enemigo y lo único que tenía era una botella de whisky, una ametralladora y un machete.
Sigue contando, dijo el maestro, intrigado.
Tía Ely se bebió todo whisky mientras estaba volando y aterrizó justo en el medio de un centenar de soldados enemigos.
Mató a setenta de ellos con la ametralladora hasta que se quedó sin balas.
Luego mató a más de veinte con el machete hasta que la hoja se rompió.
Y luego mató a los últimos diez con sus propias manos. Santo cielo, dijo el profesor horrorizado.
¿Qué te dijo tu padre sobre la moraleja de esta historia?
Mantente alejado de la tía Ely cuando está borracha. - Edad del Dinosaurio En el museo de historia natural un visitante pregunta al conservador:
-¿Cuántos años tiene este dinosaurio de aquí?
- Setenta millones y treinta y siete años
El visitante se queda impresionado ante la precisión del dato y piensa "este museo debe usar un método muy sofisticado para determinar la edad con tanta precisión". Intrigado le pregunta al conservador:
- ¿Como hacen para calcular la edad del dinosaurio con una precisión tan alta?
El conservador le responde:
- Muy sencillo. Llevo trabajando aquí treinta y siete años, y cuando yo llegué me dijeron que el dinosaurio tenía setenta millones de años... - Padre, perdóneme porque he pecado (se escucha una voz femenina en el confesionario)
- Dime, hija, ¿Cuáles son tus pecados?
- Padre, el demonio de la tentación se apoderó de mí, pobre pecadora.
- ¿Cómo es eso, hija?
- Es que cuando hablo con un hombre tengo sensaciones en el cuerpo que no sé como describirlas....
- Hija, por favor, que también soy un hombre...
- Sí, padre, por eso vine a confesarme con usted.
- Bueno hija. ¿Y cómo son esas sensaciones?
- No sé cómo explicarlas, por ejemplo, ahora mi cuerpo se rebela a estar de rodillas y necesito ponerme más cómoda..
- ¿En serio?
- Sí, quiero relajarme y quedarme tendida...
- Hija, ¿Tendida cómo?
- De espaldas al suelo, hasta que se me pase la tensión...
- Y qué más?
Es como que tengo un sufrimiento que no le encuentro acomodo.
- ¿Y qué más?
- Como que espero un poco de calor que me alivie....
- ¿Calor?
- Calor, padre, calor humano, que lleve alivio a mi padecer...
- ¿Y cuan frecuente es esa tentación?
- Permanente, Padre, por ejemplo, ahora me imagino que sus manos sobre mi piel me darían mucho alivio...
- ¡Hija!
Sí, Padre, perdóneme, pero me urge que alguien fuerte me estruje entre sus brazos y me dé el alivio que necesito...
- ¿Por ejemplo yo?
- Por ejemplo, usted es la clase de hombre que imagino me puede aliviar.
- Perdóname, hija mía, pero necesito saber tu edad...
- Setenta y cuatro, padre.
- Ay hija, vete en paz y no estés fregando que lo tuyo es reumatismo... - Un viejito va al médico a preguntarle si puede tener
hijos con su esposa de setenta. El médico le da un tarrito y le dice que le
traiga al día siguiente una muestra de s**....
Cuando vuelve, el viejito le dice:
- Doctor, no he podido traerle la muestra de s**....
- ¿Lo ha intentado?
- Sí, Doctor. Primero con la mano derecha, después con la izquierda.
Luego lo intentó mi esposa, primero con las dos manos y luego con los
dientes, pero no hubo forma...
¡No pudimos abrir el tarrito....!